Desde la Antigüedad había la creencia de que algunos objetos atraen la buena suerte o tienen el poder de proteger a las personas contra el mal de ojo, la envidia, la brujería y las enfermedades, además de alejar las malas energías. Estos objetos son conocidos como talismanes y amuletos.
Según el diccionario Houaiss (2009), el talismán es un objeto al que el portador le atribuye poderes mágicos para cumplir sus deseos, y el amuleto, una fórmula escrita o figura (medalla, higa, etc.) que se guarda y al que se le atribuyen virtudes sobrenaturales contra las desgracias, enfermedades, hechizos, males, etc.
Los talismanes son esencialmente defensivos y están diseñados para crear un aura protectora alrededor de su portador. Los amuletos tienen la función de absorber las malas energías contra su dueño. Ambos funcionan como catalizadores de buenas y malas energías. Reciben y acumulan buenas energías y dispersan las malas, inmunizando al individuo. Además de tener un efecto psicológico. Para esto, es necesario creer en ellos estimulando la fuerza mental.
En Brasil, se difunde que los amuletos están vinculados a los cultos afrobrasileños, lo que no siempre es cierto. Por ejemplo, la higa muy utilizada por los esclavos se originó en Europa, específicamente en la región mediterránea, y después fue incorporada por la cultura afrobrasileña.
Los esclavos africanos que trajeron estos objetos “encantados” estuvieron específicamente en Bahía y Pernambuco, estados que recibieron gran cantidad de negros, con su cultura, ritos y magia.
Los talismanes, amuletos y otros objetos a los que se atribuyen significados sobrenaturales fueron muy utilizados, especialmente, por mujeres africanas y afrobrasileñas.
Entre los talismanes y amuletos más conocidos en Brasil, destacan: penca de balangandan; higas; patuás; patas de conejo; cristales y piedras; tréboles de cuatro hojas; ramas de ruda y romero; escapularios; medallas y santos.
La penca de balangandan es un conjunto de adornos o pendientes, hechos de diversos materiales, como oro, plata, hierro, piedra, madera, diente, hueso y semilla. Este objeto era utilizado, sobre todo, por las mujeres esclavizadas y emancipadas en Bahía. Las mujeres lo usaban en la cintura y, a veces, cerca de la parte inferior del abdomen. No todos los objetos de la penca cargan una simbología africana o afrobrasileña, algunos son símbolos de origen cristiano.
Hoy se siguen fabricando las pencas de balangandans, algunas en plata, en su mayoría en alpaca, pero también en latón dorado y hasta cobre, utilizadas como adornos. Sus objetos son de mayor tamaño y suelen contener higa, coco, granada, racimo de uvas, frutas tropicales como piña, marañón, además de llaves, monedas, figuras de animales (perro, caballo, burro, oveja, gallo, loro, pescado) y partes del cuerpo humano (cabeza, brazos, piernas y pies). La gran producción de estos objetos cumple la demanda de los turistas que los consideran uno de los principales símbolos de Bahía.
Uno de los amuletos de buena suerte más antiguos es la higa. Los etruscos ya la conocían y utilizaban en el Imperio Romano. Está representada por una mano humana cerrada, con el pulgar por entre el dedo índice y el cordial. El amuleto es de origen italiano llamado Mano Fico. Mano significa mano y Fico es la representación de los genitales femeninos, por lo que antiguamente la higa estaba asociaba con la fertilidad y el erotismo. Actualmente la utilizan contra el mal de ojo, la envidia y las malas energías, atrayendo la buena suerte a su portador.
Las patuás son bolsas de plástico o tela que contienen hierbas para su protección. Sus colores siguen la simbología de los orishas, como: amarillo para Oshún, azul para Oshosi y blanco para Obatalá. Algunos se echan en collares de cuentas, que se llevan en la nuca o la espalda, pero también se pueden encontrar higas, monedas y otros objetos.
También hay patuás secretos que se usan debajo de la ropa, junto a los senos, ombligo, espaldas y otras partes.
Las patas de conejo normalmente se usan en el bolsillo izquierdo del pantalón, pues ayudan a su portador a atraer la buena suerte.
Los escapularios son collares con imágenes de santos católicos, echados en general en el cuello o la espalda. Tanto los escapularios como las medallas y santos para proteger a su portador deben ser consagrados.
Hay varios otros objetos en todo el mundo que se utilizan como talismanes y amuletos:
• la estrella de David de cinco puntas era sinónimo de suerte y prevención de enfermedades para los griegos. Posteriormente, los judíos y árabes la apropiaron para evocar sabiduría y protección contra el mal de ojo;
• el ojo griego que protege contra la envidia y el mal de ojo, un símbolo de la suerte y poderosa herramienta contra las malas energías, utilizada como colgante en pulseras, collares y tatuajes;
• el ámbar, un material orgánico fosilizado, proveniente de un tipo de pino, que es muy utilizado en Europa para proteger contra el mal de ojo y otros males;
• las bolsas de mandinga, pequeños sacos donde se echaban versos y oraciones árabes y eran utilizados principalmente en el cuello, para brindar protección y poder al portador. El pueblo mandinga habitaba la región del imperio de Malí, en el África subsahariana, y era especialista en prácticas mágicas para proteger a sus gobernantes de los enemigos y a ellos mismos de enfermedades, plagas y males. Y así mesclaban las creencias tradicionales africanas con las musulmanas.
Recife, 17 de mayo de 2013.
fuentes consulted
HOUAISS, Antônio; VILLAR, Mauro de Salles; FRANCO, Francisco Manoel de Mello. Dicionário Houaiss da língua portuguesa. Rio de Janeiro: Objetiva, 2009.
LODY, Raul. Pencas de balangandãs da Bahia: um estudo etnográfico das joias-amuletos. Rio de Janeiro: Funarte, Instituto Nacional do Folclore, 1988.
PAIVA, Eduardo França. Pequenos objetos, grandes encantos. Nossa História, Rio de Janeiro, ano 1, n. 10, p. 58-62, ago.2004.
cómo citar este texto
GASPAR, Lúcia. Talismanes y Amuletos. En: PESQUISA Escolar. Recife: Fundación Joaquim Nabuco, 2013. Disponible en: https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/es/artigo/talismanes-y-amuletos/. Acceso el: día mes año. (Ej.: 6 ago. 2020.)