A diferencia de lo que mucha gente piensa, queima de lapinha no es un rito instituido por la Iglesia Católica. Es una manifestación folclórica nordestina que encarna las fiestas del ciclo natalicio – Nacimiento, Año Nuevo y Reyes Magos – y está relacionada con el pesebre y lo pastoril.
Segundo Houaiss, lapinha es un nicho o pesebre que se arma para las fiestas de Navidad y Reyes; y es a su vez una antigua representación popular, representada frente del pesebre, donde se originó el pastoril. El Pesebre es una pequeña construcción de estatuillas de diversos materiales (barro, madera, losa, papel, etc.), que representan el establo en Belén y las escenas que sucedieron al nacimiento de Jesús. Actualmente, pesebre y lapinha tienen el mismo significado – representación estática del nacimiento de Jesús.
La queima de lapinha se celebra, tradicionalmente, durante el Día de Reyes, seis de enero, a la media noche. La ceremonia involucra a pastoras y sus jornadas (cantos delante del pesebre), fuegos, orquestas del viento y percusión, además de la participación del público. Generalmente, la quema acompaña a un ritual que comienza con la presentación del guerrero, después de la exhibición de las pastoras saludando al pesebre con cánticos, acto seguido, ellas retiran de la lapinha (pesebre) todas las figuras y recogen las pajas y flores que la adornan. Estos últimos son envueltos y transformados en un andor (carro ornamentado en el que se transportan las imágenes sagradas en las procesiones) que es lo que va ser quemado. Posteriormente, la orquesta, que acompañaba a las pastoras, toca frevo, generalmente Vassourinhas, marcando el final del ciclo natalicio y el comienzo oficial de la temporada momesca. Las pastorcitas acompañan la vibrante música que también involucra al público y, todos, contentos, preanuncian al Carnaval.
Dice la creencia popular que la lapinha se quema para que el material que engalanó el pesebre, considerado sagrado, no sea tirado a la basura. Además de esto, se cree que las pajas de lapinha deben quemarse bajo el lamento de los componentes de los pastores que no tuvieron un buen año; trae suerte tanto para el dueño de la casa que cobijó la lapinha como para el público que concurre a la ceremonia; las cenizas van a servir para ungir, ya que el fuego cuando quema, consagra. Incluso, las cenizas se utilizan para ungir “el cuerpo de los niños de la gente, para salir marcados para el Carnaval”, dice Ubiracy Ferreira, de Pastoril Sol Nascente (PESSOA, 2011, p. 89).
Câmara Cascudo en su texto, Presebres y pastores, de 1943, relata lo pintoresco de las representaciones y las figuras ligadas a la época en que estas tradiciones folclóricas tuvieron en Pernambuco su apogeo. Dedica parte de este trabajo a la quema de lapinha, y así la describe:
“Esta ceremonia [...] tiene como base un cortejo, en cuyo frente un grupo de señoritas conduce las pajas de los cocoteros que servirán para formar el nicho donde estuvo armada, durante Navidad, la escena del nacimiento de Jesús. Siguen dos filas prolongadas de niñas y niños, conduciendo globos multicolores, cerrando el séquito una orquestra de instrumentos de viento, que toca la siguiente melodía, mientras la multitud canta:
Nuestra Lapinha
Ya se va a quemar... Bis
Y nosotras, Pastorcitas,
Vamos a llorar
Quememos, quememos
Nuestra Lapinha
De clavos y rosas Bis
De lindas florcitas
Quememos, quememos
Gentiles Pastorcitas Bis
Las secas pajitas
De nuestra Lapinha”.
Las pajas son amontonadas en el lugar elegido para la ceremonia de la quema y se enciende fuego sobre ellas. Alrededor de este fuego (transformado en una hoguera debido a la cantidad de pajas secas) se forma un círculo grande de mujeres y niños tomados de la mano que cantan:
“Nuestra Lapinha
Ya se está quemando...Bis
Y nuestro juego
Se está terminando.
Nuestras pajillas
Ya se están terminando... Bis
Y nosotros, Pastorcitas,
Nos vamos llorando”.
Cuando la hoguera queda reducida a cenizas, el cortejo regresa a su punto de partida, cantando:
¡Chau, Pastorcitas!
Chau que yo me voy...Bis
Hasta el año que viene
¡Estoy vivo yo!”
“Nuestra Lapinha
ya se quemó....Bis
y nuestro juego
Ya terminó.
En Recife, una de las más tradicionales queima de lapinha se realiza en el barrio de la Torre, en la plaza de la Iglesia de Santa Lucía. La investigadora Dinara Helena Pessoa identificó y registró 101 pastoriles en la Región Metropolitana de Recife y destacó algunas que todavía siguen el ceremonial de la quema de lapinha: Pastoril Rosa Mística dos Torrões (frente a la Iglesia de Nossa Senhora do Perpétuo Socorro); Sol Nascente, de Água Fria; Estrela de Belém, el de Amaro Branco, Olinda y el del Sítio Areinha, Camaragibe; Pastoril Rotary Clube, de Olinda, además de lugares donde varios grupos de diferentes pastores se reúnen para el cierre del ciclo navideño con la quema de lapinha. Es el caso del Sítio da Trindade y el Pátio de São Pedro.
fuentes consulted
FERREIRA, Ascenso. Presépios e pastoris. Arquivos, Recife, ano 2, n. 1-2, p. 135-162, dez. 1943.
KERSTMAN, Moysés. Queima de lapinha: tradição é revivida na Torre. Jornal do Commercio, Recife, 8 jan. 1976.
KERSTMAN, Moysés. Pastoril na Torre reúne a queima de lapinha. Jornal do Commercio, Recife, 8 jan. 1978.
PESSOA, Dinara Helena. A queima da lapinha. In: ______. Jornadas de Pastoril. Recife: Fundaj, Ed. Massangana, 2011. p. 87-93.
QUEIMA de lapinha encerra a festa dos reis Magos. Jornal do Commercio, Recife, 7 jan. 1989.
QUEIMA de lapinha, a derradeira festa natalina. Diario de Pernambuco, Recife, 1º jan. 1977.
QUEIMA de lapinha encerra ciclo natalino. Jornal do Commercio, Recife, 5 jan. 1977.
SOUTO MAIOR, Mário; LÓSSIO, Rúbia. Dicionário de folclore para estudantes. Recife: Fundaj, Ed. Massangana, 2004. 294 p.
cómo citar este texto
Fonte: BARBOSA, Virgínia. Queima de lapinha. Pesquisa Escolar Online. Fundação Joaquim Nabuco, Recife. Disponível em: <http://basilio.fundaj.gov.br/pesquisaescolar/>. Acesso em: dia mês ano. Ex.: 6 ago. 2009.