La danza, poderosa lenguaje universal, es un medio de expresiones importantes desde épocas remotas, así como la música. Los hebreos y egipcios tenían sus danzas sagradas. Entre los griegos y romanos ella era inspirada por el espíritu profano.
Criados en contacto íntimo con la naturaleza – en medio a bosques exuberantes, ríos caudalosos, fauna y flora ricos y diversificados – los indios brasileños son impregnados por sus misterios donde se cierne el misticismo. En sus rituales y creencia, la danza y la música tenían un papel fundamental y una gran influencia en su vida social.
El indio danza para celebrar actos, hechos y sucesos relativos a la vida y a las costumbres. Danzan en cuanto preparan la guerra; cuando vuelven de ella; para celebrar un cacique, cosechas, la maduración de las frutas, una buena pesca; para señalar la pubertad los adolescentes u homenajear a los muertos en rituales fúnebres; espantar enfermedades, epidemias y otros flagelos.
Las danzas indígenas pueden ser realizadas por un único individuo o en grupo y, salvo raras excepciones en el alto Xingu, no es ejecutada en parejas. Las mujeres no participan de danzas sagradas, ejecutadas por los chamanes o grupos de hombres. Son utilizados, aún, símbolos mágicos, tótems, amuletos, imágenes y diversos instrumentos musicales y guerreros en danzas religiosas, dependiendo del objetivo de la ceremonia.
En algunas de ellas muchos usan máscaras, denominadas dominós, que les cubren el todo el cuerpo y les sirven de disfraz. El lenguaje del cuerpo en movimiento, su organización estética y coreográfica, a demás del canto, ocupa un lugar fundamental en el desempeño del ritual indígena.
Danzas de rituales chamanísticos – centralizadas en la figura del chaman, un líder que tiene el papel de intermediación entre la realidad profana y la dimensión sobrenatural, en sus transes místicos y en los poderes mágicos y curativos que le son atribuidos – son realizadas en diversas tribus amazónicas.
Entre los rituales y danzas más conocidos de los indios brasileños están el toré y el kuarup.
La danza del toré presenta variaciones de ritmos y tonos dependiendo de cada pueblo. El maracá – sonajero indígena hecho de una calabaza seca, sin relleno, en la cual se colocan piedras o semillas – marca el tono de las pisadas y los indios danzan, en general, al aire libre y en círculos. El ritual del toré es considerado el símbolo mayor de resistencia y unión entre los indios del Nordeste brasileño. Hace parte de la cultura autóctona de los pueblos Kariri-xocó, Xukuru-kariri, Pankararú, Tuxá, (indios de Pernambuco) Pankararé, Geripancó, Kantaruré, Kiriri, Pataxó, Tupinambá, Tumbalalá, Pataxó Hã-hã-hãe, Wassu Cocal entre otros.
La danza del kuarup (nombre de un árbol sagrado) – un ritual de reverencia a los muertos – es propia de pueblos indígenas del Alto Xingu, en Mato Grosso. Iniciada siempre los sábados por la mañana, los indios danzan y cantan en frente a troncos de kuarup, colocados en el local donde los muertos homenajeados fueron enterrados.
Hay innúmeras danzas ejecutadas por los indios de Brasil, entre las cuales se pueden destacar:
Acyigua, una danza mística destinada a rescatar el alma del indio que muere asesinado. Característica de los indios Guarani, es ejecutada por el chaman auxiliado por el mejor guerrero cazador de la tribu.
Atiaru ejecutada para ahuyentar a los malos espíritus y llamar a los buenos. De ella participan hombres y mujeres. La danza comienza al atardecer. Dos indios, con tocas de plumas, sonajeros en los tobillos y en una de las manos la flauta yapurutu, con más de un metro y medio de largura danzan, uno de ellos apoyando la mano en el hombro del compañero, ejecutando rápidos pasos de marcha para la derecha y para la izquierda, marcados por el sonido del sonajero. Dos otros indios, también tocando la yapurutu se sientan al lado de la choza, en cuanto los dos primeros, después de danzar demoradamente entran en su interior. Ellos salen, cada uno, acompañado por una india, que coloca una de las manos en el hombro de la pareja y procura acompañar sus pasos. Los bailarines hacen la misma cosa en cada una de las chozas y la danza continúa en un creciente hasta acabar de repente.
Buzoa, una tradición del pueblo Pankararú, municipio de Tacaratu, Pernambuco fue rescatada por los jóvenes de la aldea, a través de relatos de miembros más viejos. Los pasos son diferentes del toré y los integrantes no danzan en círculo. Utilizan la gaita y el rabo de armadillo como instrumentos musicales, obteniendo un vibrante resultado.
La onça, realizada por los indios Bororo, en Mato Grosso, donde el bailarín, que representa el alma de la onça que mató con las propias manos, no debe ser identificado, por eso se cubre con la piel de este animal, máscara de franjas de palmera que también disfrazan sus pies y manos. Toda la tribu acompaña al chaman y el bailarín, en un batir de pies continuo, para que no haya discontinuidad. A danza continua por toda a noche.
El Jaguar es una danza guerrera, en la cual, por excepción, las mujeres también participan. Los indios en filas, seguidas de otra fila de mujeres, comienzan a cantar saltando de un pié para otro. Avanzan doce pasos y vuelven, para que los que estaban en frente pasen para atrás, haciendo lo mismo en la dirección contraria. Es característica de los indios Coronado, de Rio Grande do Sul.
Kahê-Tuagê es danzada por los indios Kanela, de la región del río Tocantins, en la época de la seca, donde predomina el elemento femenino. A pesar de no participar, como regla general, de danzas sagradas o guerreras, en esta las mujeres excepcionalmente tienen la iniciativa. La danza es dirigida por una india que está en el centro de una fila de jóvenes que aún no tuvieron hijos. Las jóvenes en fila se mantienen siempre en el mismo lugar, con las rodillas dobladas y balanceando los brazos y el cuerpo para frente y para atrás. Cuando las manos están en frente del cuerpo aplauden, marcado el ritmo. Los hombres raramente son invitados a participar de la danza, limitándose apenas a responder el coro del canto.
Uariuaiú es dedicada al mico guariba, del cual algunas tribus se consideran descendientes. La danza no es acompañada de ningún instrumento sólo de cánticos. Las mujeres se pintan el rostro y el cuerpo, visten faldas de hojas de banana y ruedan al rededor de los hombres, con sus hijos cargados. Todos entran en la danza imitando al mico.
Como de origen indígena, pueden ser citadas también las siguientes danzas del folclor brasileño:
• cateretê, considerada una de las más genuinas danzas rurales brasileñas, cuyo nombre viene de la lengua tupi. Es una especie de zapateado con batiendo el pie al ritmo de palmas y violas, siendo bastante conocida en los estados de Minas Gerais, São Paulo y Goiás (donde es denominada catira);
• caiapós, muy danzada antiguamente en el litoral paulista. Con la llegada de la civilización, los indios Caiapós fueron apartándose de las márgenes del río Xingu, pasando por los estados de Minas Gerais, Mato Grosso y Pará, donde la difundieron;
• cururu, danza sagrada de origen tupi-guarani, ejecutada únicamente por hombres, cuya coreografía es formada por dos filas indias, una de frente para la otra, donde los bailarines dan dos pasos para la derecha y dos para la izquierda, transformando la fila en pequeños círculos;
• jacundá, danza muy popular en Pará, que representa la pesca del pescado del mismo nombre. Tiene diversas modalidades en el interior del país. En el Amazonas es conocida como piraña. Los bailarines hacen una rueda, alternando un hombre y una mujer, que representa el cerco al animal. En el centro de la rueda, un hombre y una mujer danzan representando el pescado. Cantando y danzando buscan huir de la rueda. Aquellos que se lo permiten van a sustituirlos en el centro de la rueda en medio de la burla de todos;
• el gato, más conocida en el sur de Brasil, es una historia totémica, donde el gato (hombre) corteja a la perdiz (mujer) con un zapateado. La perdiz se esquiva de las intenciones del conquistador.
Recife, 25 de mayo de 2011.
fuentes consulted
MÜLLER, Regina Polo. Danças indígenas: arte e cultura, história e performance. Indiana, n. 21, p. 127-137, 2004. Disponível em: <http://www.iai.spk-berlin.de/fileadmin/dokumentenbibliothek/Indiana/Indiana_21/10MuellerRegPol_neu-kM__.pdf
POVOS indígenas no Brasil. Disponível em: <http://pib.socioambiental.org/pt/povo/arawete/103>. Acesso em: 19 maio 2011.
RITUAIS mantêm identidade dos povos. Disponível em: <http://www2.uol.com.br/JC/sites/indios/cultura1.html>. Acesso em: 20 maio 2011.
SALLAS, Ana Luisa Fayet. Imagens etnográficas de danças indígenas no Brasil do século XIX. Cadernos de Antropologia e Imagem, Rio de Janeiro, v. 12, n. 1, p. 51-66, 2001.
cómo citar este texto
Fuente: GASPAR, Lúcia. Danzas indígenas de Brasil. Pesquisa Escolar Online, Fundação Joaquim Nabuco, Recife. Disponible en:<http://basilio.fundaj.gov.br/pesquisaescolar>. Acceso en: día mes año. Ej.: 6 ago. 2009.