La jerga tiene su origen en la manera de hablar de grupos marginados que no querían ser entendidos por quien no perteneciese al grupo, constituyéndose como un importante recurso de comunicación y expresividad.
Como ocurrió en otros estados brasileños, el fútbol en Pernambuco también fue introducido por un brasileño que estudió en Europa, en el caso el pernambucano Guilherme de Aquino Fonseca.
En el fútbol brasileño siempre fue común que los jugadores fueran conocidos por apodos. Algunos ya los traen de casa, otros los reciben de los compañeros de equipo.
En 1897, un grupo de remadores, capitaneado por João Victor da Cruz Alfarra, creó el club Recreio Fluvial, una sociedad que alquilaba barcos que iban desde la antigua Lingueta, en el barrio de Recife, hasta la Casa de Baños, ubicada en Pina.
Creado el día 3 de febrero de 1914, el Santa Cruz Futebol Clube se creó gracias a una iniciativa de un grupo de muchachos que jugaba fútbol en la vereda de la Iglesia de Santa Cruz, ubicada en el barrio de Boa Vista, en Recife. El nombre del equipo es una alusión al lugar donde todo comenzó.