De todo queda realmente poco o mucho. De lo mucho que queda de Virgolino, traducido en sus cuadros, es muy poco, sin embargo. (Paulo Fernando Craveiro).
El pintor pernambucano Wellington Virgulino de Souza nació en la ciudad de Recife el 19 de septiembre de 1929, en el barrio de Casa Amarela, hijo de Gervázio Virgulino de Souza y Carmoniza Andrade de Souza. Aunque fue bautizado como Virgulino (con "u"), firmaba sus cuadros como Wellington o W. Virgolino (con "o").
Realizó sus primeros estudios en la Escuela Maurício de Nassau, barrio de Boa Vista, y el primer año científico en el Gimnasio Pernambucano. No completó el curso. Fue un autodidacta. En ese Gimnasio conoció y se hizo amigo de Vicente do Rego Monteiro, Virgolino lo consideraba su primer consejero porque le había dado valiosas ideas y consejos.
Despertó a las artes plásticas cuando aún era un niño. Utilizaba lápices de colores, acuarelas y tinta china para dibujar caricaturas de compañeros de clase, profesores y sus hermanos. Tanto en la escuela primaria como en el gimnasio y la escuela científica, sus compañeros y profesores le admiraban y se divertían con las caricaturas que dibujaba.
Vivió en la calle Velha durante más de veinte años y mantuvo amistad con varios otros artistas que también estaban empezando, como Ionaldo Cavalcanti, Beatriz Alves Melo Calábria y Darel Valença.
Comenzó a dibujar historietas en cuadernos cuando aún estudiaba en el Gimnasio Pernambucano y las vendía para garantizar la entrada en el Cine Politheama o en el Ideal. En estos cines se proyectaban los seriales que Virgolino retrataba en sus cuentos: El Araña Negra, Flash Gordon, Jim de las Selvas, El Fantasma Volador. Con la colaboración de su amigo Redomak Viana, creó otras historias que se publicaron en el periódico Jornal Pequeno, de Recife, entre 1946 y 1947.
Tras un artículo publicado en el Jornal Pequeno, Recife, en 1948, en el que se elogiaba su trabajo, Virgolino empezó a colaborar en ese periódico, junto con su primo Yvonildo de Souza, con caricaturas y dibujos sobre la vida mundana de Recife. Al mismo tiempo, Wellington trabajaba en la oficina de Tabosa de Almeida, abogado y uno de los apoyos del pintor.
Durante diez años (1949-1959), trabajó en la Mala Real Inglesa, situada en la calle de Bom Jesus, en la zona portuaria de Recife. Sin duda, su interacción con los personajes locales le llevó a producir obras inspiradas en temas sociales, además de registrar su paso por la bohemia. Este periodo, la década de 1950, se considera el inicio de su fase de oro. En esta época Virgolino conoció a Abelardo da Hora que, en colaboración con Hélio Feijó, proyectó y fundó la Sociedad de Arte Moderno de Recife (SAMR). De Abelardo recibió lecciones de "pose rápida" en el Liceo de Artes y Ofícios de Pernambuco. Entonces surgió la idea de crear el Ateliê Coletivo (Taller Colectivo) que, gracias a la unión y determinación de algunos artistas, se instaló en una casa alquilada en la calle de Soledade, nº 57, en el barrio de Boa Vista, Recife.
En el Taller, perfeccionó su técnica pictórica y el uso de materiales artísticos, eventualmente guiado por pintores venidos del extranjero – Mário Cravo y Carybé, de Bahía; Danúbio Villanil, de Rio Grande do Sul – y los de aquí – Francisco Brennand, Reynaldo y Lula Cardoso Ayres.
El grupo que formaba parte del Taller fundó el Clube da Gravura (Club del Grabado). El Club contaba con socios que contribuían mensualmente y recibían un grabado. Esto ayudó a mantener el Ateliê Coletivo, que funcionó primero en la calle de Soledade, luego en la calle Velha, 231, y en la calle Matriz, 117, todas en el barrio de Boa Vista. En 1957, el Ateliê Coletivo y el Clube da Gravura de Recife lanzaron el álbum Gravuras (Grabados), compuesto por 10 trabajos de xilografía en madera y yeso de Wellington Virgolino, Corbiniano Lins y Wilton de Souza. Luego, el grupo comenzó a dispersarse y, poco a poco, cada uno montó su propio taller.
Wellington mantuvo con su hermano Wilton de Souza un estudio en casa de sus padres. En 1955 se casó con Marinete Alves de Souza y, con el tiempo, trasladó el estudio a su propia casa, en el barrio de Monsenhor Fabrício, en Recife. Posteriormente, se instaló en el barrio de Hipódromo. Más tarde, dejó su trabajo en Mala Real Inglesa y se dedicó a su arte.
Fue diseñador y escultor, pero fue como pintor que logró el reconocimiento nacional e internacional. De 1954 a 1987, participó en exposiciones individuales (Recife, Salvador, São Paulo y Rio de Janeiro) y colectivas (Europa, Asia, América del Sur, São Paulo, Belo Horizonte, Salvador, Porto Alegre, Brasília). Recibió premios y condecoraciones, su obra fue comentada y analizada por escritores, poetas y críticos de arte, formó parte de varias comisiones de arte y fue ilustrador de libros. En 1995, el Consejo Municipal de Cultura de Recife lo honró con el trofeo Constructores de la Cultura (in memoriam).
Wellington Virgolino murió en Recife el 23 de septiembre de 1988.
Recife, 14 de febrero de 2011.
fuentes consulted
SOUZA, Wilton de. Virgolino, o cangaceiro das flores. Recife: Ed. Grupo Paés, 2009.
VIRGOLINO, Wellington. Menino na janela, 1980. Óleo sobre tela, serigrafia, 40 x 60 cm. Coleção Walternice de Souza Mafra. In: SOUZA, Wilton de. Virgolino, o cangaceiro das flores. Recife: Ed. Grupo Paés, 2009. p. 125. [imagem neste texto].
cómo citar este texto
BARBOSA, Virgínia. Virgolino (Wellington). In: PESQUISA Escolar. Recife: Fundação Joaquim Nabuco, 2011. Disponível em: https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/pt-br/artigo/virgolino/. Acceso en: día, mes, año. (Ej.: 6 ago. 2009.)