[...] Como un caleidoscopio, Toré reordena y elabora múltiples saberes sobre la naturaleza, el tiempo y el imaginario social, celebrando la vida, la creación permanente y afirmando la posibilidad futura de una comunidad imaginada y benéfica entre todos los que participan en ella. [...]. (João Pacheco de Oliveira, prefacio del libro Toré: regime encantado do indio do Nordeste, 2005. p. 10).
Una de las principales tradiciones de los indígenas del nordeste de Brasil, el toré – inicialmente una danza ritual – se ha incorporado al movimiento indígena de la región como forma de expresión étnica y política.
Manifestación cultural extendida a diferentes grupos y definida por ellos como tradición, unión y juego, es un complejo ritual que consiste en una danza circular, en fila o en parejas, acompañada de cantos, al son de maracas, bombos, gaitas y silbatos, de gran importancia para los indígenas. Cada grupo tiene su propio toré, con variaciones en el ritmo y las tonadas según cada pueblo. La maraca – un instrumento de percusión indígena hecho generalmente de un tipo de calabaza seca (fruta local), vacía, en la que se ponen piedras o semillas – marca el tono de las pisadas y los indígenas suelen bailar en campo abierto, en círculos. El ritual del toré se considera el mayor símbolo de resistencia y unidad entre los indígenas del nordeste de Brasil.
No es posible asegurar el origen de la palabra ni del ritual, ya que no existen fuentes coloniales con información al respecto. Para algunos investigadores, toré provendría de la lengua tupí, to'rë, traducido literalmente como torcido, un instrumento de viento (similar a una flauta) que tendría esta forma, hecho de bambú, piel de caimán o arcilla. Para otros, la palabra significaría una danza circular de origen afroamerindia, en la que se tocaba dicho instrumento.
Las primeras referencias al término toré se encuentran a finales del siglo XIX, en la obra Vocabulário Pernambucano, de Pereira da Costa, como una danza cantada por los indígenas mestizos de Cimbres, Pernambuco, actual territorio pernambucano de los índios Xucuru.
Expresión emblemática de la identidad, la cultura y la religiosidad de los indios de la región, se compone de música, danza, consumo de bebida – generalmente jurema, elaborada a partir de la cáscara y las raíces de especies botánicas capaces de provocar alteraciones de la conciencia y la percepción – y un trance mediúmnico, en el que los participantes entran en contacto con seres espirituales, sean o no antepasados.
Está presente en una amplia zona del nordeste brasileño: en Ceará, entre los pueblos Tapeba, Jenipapo-Kanindé y Tremembé; en la costa de Paraíba, entre los Potiguara; en Sertão del Rio São Francisco, entre los Fulni-ô, Tuxás, Tumbalalá, Xocó, Truká, Kariri-Xocó, Pankararé, Pankararu, Jenipankó, Kiriri, Kaimbé, Atikum, Xukuru, Kapinawá, Kambiwá, Pipipã, como tambiénen el interior de Minas Gerais, entre los Xakriabá y Xucuru-Kariri.
También forma parte de la cultura autóctona de los Geripancó, Kantaruré, Pataxó, Tupinambá, Wassu Cocal entre otros.
El Servicio de Protección del Indígena, creado en 1910 por el Mariscal Rondón, exigió, a partir de la primera mitad del siglo XX, la exhibición de la danza toré como forma de atestiguar la indianidad de los pueblos indígenas del Nordeste. Desde entonces, el ritual ha ganado relevancia y visibilidad, incorporándose al movimiento indígena de la región, como forma de expresión política y de identidad étnica. Se enseña hasta el día de hoy a los grupos que quieren el reconocimiento indígena. La adopción del ritual toré para los indígenas kiriri, por ejemplo, no se produjo hasta la década de 1970, en un momento en que había una gran lucha por la propiedad de la tierra y la demarcación de la reserva, lo que hacía necesario el reconocimiento étnico del grupo.
Se sabe también que el toré tiene connotaciones de ritual público o privado. En las exposiciones públicas, sobre todo las que están fuera del área indígena, predomina el utilitarismo. En el ámbito privado está rodeado de secretos, exclusivos de los indígenas en torno a una “ciencia del indígena".
Además de ser considerado como un factor de cohesión social y de fortalecimiento de los pueblos indígenas, el ritual del toré también está arraigado en las emociones y los sentimientos de los individuos, permitiendo cambios de comportamiento y delimitando las fronteras intraétnicas.
Recife, 30 agosto de 2011.
fuentes consulted
GRÜNEWALD, Rodrigo de Azeredo. As múltiplas incertezas do toré. In: ______. Toré: regime encantado do índio do Nordeste. Recife: Fundaj, Ed. Massangana, 2005. p. 13-38.
GRÜNEWALD, Rodrigo de Azeredo. Toré e Jurema: emblemas indígenas no Nordeste do Brasil. Ciência e Cultura, v. 6, n. 4, [200-?]. Disponível em: http://cienciaecultura.bvs.br/pdf/cic/v60n4/a18v60n4.pdf. Acesso em: 29 jul. 2011.
PALIOT, Estêvão Martins; SOUZA JÚNIOR, Fernando Barbosa de. Todos os pássaros do céu: o toré potiguara. In: GRÜNEWALD, Rodrigo de Azeredo (Org.). Toré: regime encantado do índio do Nordeste. Recife: Fundaj, Ed. Massangana, 2005. p. 187-319.
PEREIRA, Edmundo. Benditos, toantes e sambas de coco. In: GRÜNEWALD, Rodrigo de Azeredo (Org.). Toré: regime encantado do índio do Nordeste. Recife: Fundaj, Ed. Massangana, 2005. p. 299-328.
TORÉ. [imagem neste texto]. Disponível em: http://indiosdobrasilsomostodosirmaos.blogspot.com/. Acesso em: 21 set. 2011.
cómo citar este texto
GASPAR, Lúcia. Toré. En: PESQUISA Escolar. Recife: Fundación Joaquim Nabuco, 2011. Disponible en: https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/es/artigo/tore/. Acceso el: dia mês ano. (Ex.: 6 ago. 2022.)