El miedo a lo desconocido, sumado a la inseguridad ante la vida, genera creencias supersticiosas en las personas.
Las supersticiones surgieron con la civilización humana y se finalizarán con ella. Son parte de la esencia intelectual humana y están presentes en cada momento de la historia del mundo.
Participan de la vida de toda clase de personas, desde las más sencillas hasta los intelectuales, el científico, el escritor, el artista.
Tienen una función defensiva siempre, respetada para evitar daños o algo no deseado.
Los amuletos, transformados en adornos y joyas, son signos exteriores de las supersticiones. Objetos de defensa que tienen la función de librar del mal y atraer la buena suerte, como la higa, la rama de ruda, el ojo, la concha de cauri o el trébol. El talismán tiene el mismo propósito que el amuleto, pero está hecho especialmente para una persona y solo defenderá a ella.
Para la “defensa” personal o del hogar, se utilizan baños con hierbas y rituales que “limpian” el ambiente.
La superstición también abarca la creencia en los mitos populares, como el sací, la mula sin cabeza, el hombre lobo, las brujas, y en los hechizos lanzados, como el mal de ojo.
Hay creencias que no implican temor ni defensa de ningún mal, por ejemplo la lectura de la fortuna en las Fiestas Juninas, ciertas comidas en la cena de Año Nuevo y el lanzamiento del diente de leche hacia el techo por los niños para obtener dientes fuertes.
Las supersticiones relacionadas con el embarazo y el parto son muy antiguas y tienen una gran importancia en la vida de las personas. Los filipinos creen en un espíritu maligno que perturba el parto, haciéndolo doloroso. Los húngaros solían disparar sobre la cabeza de la parturienta para alejar a los malos espíritus. En algunas tribus africanas existía la creencia de que la mujer embarazada no debía ir a un funeral porque el alma del muerto podía encarnarse en el bebé. Para los indios del Amazonas, las mujeres embarazadas no deben asistir a la preparación del curare (veneno) y no pueden tocar la caza y las armas. Además, no deben comer paca, de lo contrario no van a dormir.
Hay muchas supersticiones conocidas, transmitidas de padres a hijos, y presentes en el día a día de muchas personas:
. las tijeras no deben dejarse abiertas durante mucho tiempo. Esto atrae la mala suerte;
. el saltamontes verde atrae la buena suerte. Su aparición es un signo de esperanza;
. en un funeral no se debe entrar al cementerio antes que el ataúd;
. pisar la cola de un gato atrae daños;
. no se debe meter debajo de las escaleras ni romper los espejos. Esto atrae la mala suerte;
. las zapatillas boca abajo anuncian desgracia;
. poner la escoba detrás de la puerta expulsa a los visitantes de la casa;
. un niño que tiene la mano cerrada al nacer será avaro cuando crezca;
. el niño que juega con fuego por la noche moja la cama;
. cuando un niño sueña que se cae a un pozo es señal de que está creciendo;
. la picazón en la palma no es algo bueno;
. dejar una maleta abierta es de mal augurio, pues recuerda a un ataúd;
Además, hay aquellos supersticiosos que se visten con el mismo tipo de ropa, por ejemplo cuando su equipo de fútbol va a jugar un partido importante para no atraer la mala suerte. Esto es muy común durante el Mundial tanto entre los aficionados como entre los jugadores.
Recife, 11 de julio de 2003.
fuentes consulted
CÂMARA CASCUDO, Luís da. Dicionário do folclore brasileiro. Rio de Janeiro: Edições de Ouro, [ s.d.].
CARVALHO NETO, Paulo de. Folclore sergipano: primeira sistemática sintética e primeira antologia 1883 a 1960. Aracaju: Sociedade Editorial Sergipana, 1994. p.59-61.
LIMA, Maria do Rosário de Souza Tavares de. Uma pitada de folclore. São Paulo: [s. n.], 1995.
VIEIRA FILHO, Domingos. O mundo das superstições. São Luiz: Departamento de Cultura do Estado, 1963.
cómo citar este texto
GASPAR, Lúcia. Supersticiones y Creencias. En: PESQUISA Escolar. Recife: Fundación Joaquim Nabuco, 2003. Disponible en: https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/es/artigo/supersticiones-y-creencias/. Acceso el: día mes año. (Ej.: 6 ago. 2020.)