El puente pensil (suspenso) de Caxangá, bajo el río Capibaribe fue el primero de ese tipo a ser construido en Brasil y posiblemente en América del Sur.
La obra era urgente y necesaria para facilitar el transporte y la exportación de géneros alimenticios, principalmente el azúcar, para puerto de Recife, lo más importante de la región Nordeste de Brasil, además de mejorar la comunicación entre el litoral de Pernambuco y la zona del Bosque Norte y el Semi desierto.
Antes el camino era la carretera de Pau D`Alho de donde salían varias ramificaciones para los ingenios de azúcar y las poblaciones.
La carretera cortada por el Capibaribe, en un determinado trecho a la altura de Caxangá, presenta un gran desnivel en relación al lecho del río, formando un relevo, lo que explica porque aún no había sido construido un puente de madera en el local, como era común en la época. Serían necesarios pilares muy altos y no había técnicos brasileños con experiencia suficiente para construirlos con seguridad.
El proyecto fue encomendado al ingeniero francés Louis Léger Bauthier, en la época ingeniero jefe de las Obras Públicas de la provincia de Pernambuco, en la administración de Francisco do Rego Barros, el Conde de la Buena Vista, siendo entregado, en junio de 1842, y aprobado dos meses después.
Bauthier decidió por la construcción de un puente suspenso, a pesar del sistema ser más caro que el de pilares de madera porque, según su justificativa, “con los necesarios cuidados él llega a menos a cien años” al contrario del otro sistema “que diez años es el tiempo medio de su duración”.
No fue llevado en cuenta el hecho de que en relación a las estructuras de madera, cuya técnica era conocida y difundida en Pernambuco, ya se sabía como hacer el mantenimiento, lo que no sucedía con el sistema de puente suspenso con cables metálicos que era totalmente desconocida.
Las obras comenzaron a final de 1842, pero sólo fueron concluidas en 1845, después de varios problemas con los operarios, con la calidad del material a ser empleado y a la falta de recursos.
El presupuesto acabó antes de la obra ser concluida teniedo que ser autorizada un complemento. Prevista para costar inicialmente 36:762$000 contos de réis alcanzó la suma de 54:115$069, como informó el propio Bauthier en su prestación de cuentas al Conde de la Buena Vista, presidente de la provincia.
El puente tenía un espacio de aproximadamente 60 metros, ancho de 5,50m “lo que es suficiente para establecerse en los dos lados paso para la gente de a pié y en el medio un andén de 20 palmos donde pueden cruzar dos carros con toda facilidad”. Era compuesta por dos arcos en la base, en cuyas fundaciones fueron utilizadas maderas aprovechadas de otros puentes, siendo las cabezas de ladrillos y revestidas con cemento a base de cal.
En 1869, 24 años después de concluido, el puente suspenso de Caxangá fue arrasado y destruido y en una creciente del río Capibaribe.
En su lugar fue construida, en 1871 un nuevo puente, todo de hierro al costo de 100:000$000 contos de réis.
Recife, 22 de octubre de 2004.
(Actualizado el 8 de septiembre de 2009).
fuentes consulted
COSTA, Francisco Augusto Pereira da. Anais pernambucanos. 2.ed. Recife: Fundarpe. Diretoria de Assuntos Culturais, 1983. v.9, p.509. (Coleção pernambucana, 2a. fase).
SOUTO MAIOR, Paulo Martin. A ponte suspensa de Caxangá. Clio Série História do Nordeste,Recife, n.19, p.195-206, 2001.
cómo citar este texto
Fuente: GASPAR, Lúcia. Ponte pênsil de Caxangá, Recife, PE. Pesquisa Escolar Online, Fundação Joaquim Nabuco, Recife. Disponível em: <https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/es/>. Acesso em: dia mês ano. Ex: 6 ago. 2009.