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Medicina Popular

El uso de remedios hechos con flores, frutos, hojas, raíces y tubérculos de determinadas plantas es tan antiguo como los principios de la historia de la humanidad.

Medicina Popular

Artículo disponible en: PT-BR

Pasado actualización: 27/03/2020

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La medicina popular o rústica es en la que el pueblo utiliza drogas, sustancias, gestos o palabras para obtener más salud para las personas. No es apenas una colección de plantas medicinales, usadas para prevenir y curar enfermedades. Tiene también su lado mágico, sus acciones y oraciones que el pueblo utiliza en la cura de los males físicos y mentales.

Su origen puede haber sido la observación. Viendo al teju (salamandra) luchar con una cobra venenosa y, al ser picado por ella, parar la lucha y comer un pedazo de batata de cabeza de negro (un tipo de batata) como antídoto, o viendo al perro comer grama/pasto para curar sus dolores de barriga, el hombre primitivo descubrió que ciertas plantas curan algunos males.

El uso de remedios hechos con flores, frutos, hojas, raíces y tubérculos de determinadas plantas es tan antiguo como los principios de la historia de la humanidad. Asiáticos, europeos, africanos, americanos y australianos siempre buscaron y continuaron encontrando en las plantas alivio o cura para sus males.

Los laboratorios farmacéuticos sólo comenzaron a desarrollarse a inicios del siglo XX. En las décadas de 1920 y 1930, los remedios eran preparados de forma artesanal – o preparados, como se decía en la época en las boticas o farmacias.

En Brasil, es el resultado de una serie de aculturaciones de técnicas utilizadas por el portugués, por el indígena y por el negro. La contribución Del chamán amerindio, del hechicero negro y del brujo europeo fue de tal manera mezclada que hoy sería difícil distinguir lo que es puramente indígena, negro o blanco.

Existen varias formas de medicina popular: la fitoterapia, la medicina mágica, la medicina mística o la religiosa, la medicina escatológica o la excretoterapia.

La fitoterapia es la que utiliza las plantas medicinales, a través de tés, lama, pociones, unguentos, purgantes, emplastos, remedios populares que son llamados de meizinhas (mesitas) en la región Nordeste de Brasil. Algunas de las meizinhas más comunes son: hoja de pimienta, en forma de emplasto, para picada de avispa; te de la hoja del aguacate, para problemas renales; jugo de malva con miel, para tos; agua de arroz endulzada o te de hoja de pitomba (Talisia esculenta, árbol típico de la región Amazónica), para hemorragias; jugo de ruda, para convulsiones.

Es una herencia que los indios nos dejaron y una de las más antiguas formas de tratamiento de enfermedades. Los africanos también trajeron sus hierbas nativas que se mezclaron con especies de Oriente. Los portugueses disciplinaron su uso e investigaron con más profundidad las propiedades terapéuticas de cada planta, cabiendo a los jesuitas anotarlas, lo que hizo con que fueran difundidas por Europa y el mundo científico, las propiedades terapéuticas, por ejemplo, de la quinina, de la ipecacuanha (planta medicinal amazónica) y del curare (planta extremadamente venenosa de la región sur de América).

La medicina mágica procura curar lo que extrañamente fue colocado por lo sobrenatural en el enfermo o extirpar el mal que lo hace sufrir. Está muy vinculada a los ritos afro-brasileños e indígenas, especialmente los de macumba, candomblé o umbanda y de los catimbós. Se fundamenta también en tabúes alimentares o de conducta. Los indios nos transmitieron los preceptos mágicos de la cura por los sahumerios; de los negros malés, venidos de Nigeria, asimilamos los conceptos de lo mágico y de los demonios como causadores de enfermedades. Las técnicas empleadas en la medicina mágica son las bendiciones, conjunto de rezos, gestos o palabras dichas por personas especializadas como el curandero, rezador; las simpatias, una forma de bendecir, pero que puede ser ejecutada por cualquier persona; los patuás (amuletos), santos y talismanes, elementos materiales capaces de prevenir y evitar enfermedades y peligros, entre otros.

La medicina mística o religiosa usa la religión como fuerza mágica para la cura. Se hace una adivinación simbólica para saber cuál es la divinidad ofendida, por la quiebra de un tabú o desobediencia de una determinada divinidad y, a través de ritos, se busca homenajearla, como por ejemplo es hecho en el candomblé. En la devoción popular algunos santos de la religión católica romana son invocados como especialistas en un ramo de la medicina. Unas oraciones buscan la protección de las personas, otras, la cura de las enfermedades: San Sebastián cura heridas; San Roque cura y evita pestes; San Lorenzo dolor de dientes; San Blas protege de las enfermedades de la garganta y salva de ahogos; rezos para San Bento protegen contra mordidas de cobras, insectos venenosos y perros hidrófobos; Santa Lucia las enfermedades de los ojos; Santa Ágata los pulmones y vías respiratorias; San Lázaro la lepra y las heridas serias; San Miguel los tumores malignos y benignos; Nuestra Señora del Buen Parto la gestación y el parto.

La llamada medicina escatológica o excretoterapia utiliza como método terapéutico sustancias o acciones repugnantes o anti-higiénicas, como heces, orina, saliva, cera de oído. Estas prácticas muy antiguas, ya eran utilizadas por los egipcios. En Brasil, especialmente en la región Nordeste, algunas fórmulas de la excretoterapia aún son muy comunes, como el uso de hormigas tostadas con café para crisis de asma; te de heces de perro blanqueadas por el sol, contra el sarampión; estiércol húmedo, friccionado en la piel, para curar sabañón; orina de vaca adicionada a la leche para tratar la tos ferina; la saliva después de levantarse, antes de hablar cualquier palabra, sirve para curar heridas.

La medicina popular nunca dejó de existir en Brasil, principalmente en el Nordeste, donde continúa siendo largamente usada tanto en el litoral como en el campo, o en el desierto, especialmente por la población de bajos ingresos, que no dispone de recursos para comprar productos farmacéuticos.


Recife, 18 de julio de 2003.
(Actualizado el 31 de agosto de 2009).

fuentes consulted

ARAÚJO, Alceu Maynard. Medicina rústica. 2.ed. São Paulo: Editora Nacional; Brasília: INL, 1977. (Brasiliana, v.300.)

ARAÚJO, Iaperi. A medicina popular. 3.ed. Natal: Editora da UFRN, 1999.

SOUTO MAIOR, Mário. Algumas considerações em torno da medicina popular. Recife: FJN, Inpso, [s.d.]. (Trabalhos para discussão, 12).

______. A medicina popular e alguns remédios curiosos. Recife: FJN, Inpso, 1997. (Trabalhos para discussão, n.75).

cómo citar este texto

Fuente: GASPAR, Lúcia. Medicina popular. Pesquisa Escolar Online, Fundação Joaquim Nabuco, Recife. Disponível em:<https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/es/ >. Acesso em: dia  mês ano. Ex: 6 ago. 2009.