Según estudios de diversos investigadores, el Maracatu Elefante fue fundado en el año de 1800, por el esclavo Manuel Santiago después su insurrección contra la dirección del Maracatu Brislante, llevando con él a muchos componentes del antiguo grupo.
Maracatu del tipo nación o de baque virado, el Maracatu Elefante quedó popularmente conocido como Maracatu de Dona Santa, reina más famosa del grupo, que tuvo su reinado en el período comprendido entre 1947 y 1962.
En sus orígenes, los maracatus fueron la representación de las cortes africanas en Brasil, en una tentativa de conservar usos y costumbres. Con influencias en las tradiciones católicas, su cortejo se formaba más o menos según los moldes de la monarquía portuguesa, con el rey, la reina, los príncipes, los vasallos, porta-bandera, embajador, baianas, lanceros y un esclavo conduciendo al palio real, techo sostenido por varas utilizadas en los cortejos para proteger a la persona festejada.
En el maracatu tipo nación o de baque virado los temas siempre evocan reyes, guerras y la patria perdida. Al sonido de los tambores solamente las baianas bailan al estilo de los orixás del candomblé.
Hasta aproximadamente el año de 1850, los maracatus tenían un sentido altamente religioso y, en Recife, se presentaban a la puerta de la Iglesia do Rosário, en el barrio de Santo Antônio, cuando pasan, a partir de entonces, al ocupar el espacio del Carnaval.
El cortejo de la agremiación Maracatu Elefante se destacaba por ser el único a desfilar con tres calungas representando figuras de la corte: Doña Emília, Doña Leopoldina y Don Luiz. Las calungas son muñecos para el ritual que representan el poder y la jerarquía del terreno de candomblé en cuanto sistema socio-religioso.
A demás de los tres muñecos, también llamaba atención las das carrozas alegóricas: la del Elefante y la del Tigre.
Después de la muerte de Doña Santa, en octubre de 1962, el Maracatu Elefante dejó de desfilar por un supuesto pedido de la fallecida.
En el año de 1964, el antropólogo Waldemar Valente, en la época director del entonces Museo Antropológico del aún Instituto Joaquim Nabuco de Investigación Sociales, consiguió, por medio de donación de la heredera de Doña Santa, salvaguardar en la institución todas las piezas del tradicional grupo.
Hoy, este precioso acervo de la cultura afro-brasileña, constituido por las famosas calungas, alegorías, espadas, coronas, piezas de indumentaria, adornos corporales, cetros, pálio, estandarte, instrumentos musicales y trofeos conquistados por el Maracatu Elefante en el carnaval de Recife, está preservado y expuesto para su visita en el Museo del Hombre del Nordeste de la Fundación Joaquim Nabuco.
Recife, 25 de febrero de 2011.
fuentes consulted
GUILLEN, Isabel Cristina Martins; LIMA, Marciano de França. Os maracatus-nação do Recife e a espetacularização da cultura popular (1960-1990). Disponível em . Acesso em: 25 fev. 2011.
LODY, Raul. O negro no museu brasileiro: construindo identidades. Rio de Janeiro: Bertrand Brasil, 2005.
LODY, Raul; SILVA, Maria Regina Martins Batista e. Coleção Maracatu Elefante e de objetos afro-brasileiros. Rio de Janeiro: FUNARTE/Instituto Nacional do Folclore; Recife: Fundação Joaquim Nabuco, 1987.
OLIVEIRA, Gilka Corrêa de; SILVA, Maria Regina Martins Batista e. Exposição Centenário de Dona Santa. Recife: IJNPS, 1977.
SILVA, Maria Regina Martins Batista e. Dona Santa: rainha do Elefante. Recife: Fundaj, Inpso, Centro de Estudos Folclóricos, 1976. (Folclore, 2).
cómo citar este texto
Fuente: OLIVEIRA, Albino. Maracatu Elefante. Pesquisa Escolar Online, Fundação Joaquim Nabuco, Recife. Disponible en:<https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/es/>. Acceso en: día mes año. Ej.: 6 ago. 2009.