Imagem card

La vida de un folclorista: Mário Souto Maior, hombre fuerte y valiente

Fecha de nacimiento.:

14/07/1920

Ocupación:

Investigador

La vida de un folclorista: Mário Souto Maior, hombre fuerte y valiente

Artículo disponible en: PT-BR ENG

Pasado actualización: 08/06/2022

Por: Rúbia Lóssio - Coordinación de Estudios de Culturas Populares en Fundaj - Doctorado en Sociología

Nacido de una partera, como es común a los hombres fuertes y valientes del nordeste de Brasil, en un ritual específico y propio del imaginario popular nordestino, rico en supersticiones, vino al mundo, el 14 de julio de 1920, en el Agreste de Pernambuco, municipio de Bom Jardim, en la calle Coronel Gonçalves, n. 54, un niño, llamado Mario Souto Maior, hijo del Coronel de la Guardia Nacional, comerciante y agricultor Manuel Gonçalves Souto Maior y de Maria da Mota Souto Maior. No podían imaginar que su hijo se convertiría en un gran folclorista.

 

Mário Souto Maior dice en su libro As Dobras do Tempo – quase memorias (Los pliegues del tiempo – casi memorias), que solo se convirtió en folclorista cuando entró a trabajar en la Fundación Joaquim Nabuco, en Recife, en 1967, en el sector administrativo. En una ocasión, el Director Ejecutivo, Mauro Mota, recibió una carta de Claribalte Passos, Director de la revista Brasil Açucareiro (Brasil Azucarero), en la que solicitaba diez trabajos sobre folclore. Insistiendo mucho, Mauro Mota pidió al Dr. Souto que elaborara un texto para la revista. Como nada ocurre por casualidad, a partir de entonces, el Dr. Souto pasó a hacer realidad su sueño literario. Recordó la última vez que había escrito, con su hermano Moacyr Souto Maior, en 1954, una monografía titulada Roteiro de Bom Jardim (Itinerario de Bom Jardim). Mucho antes, en 1938, había escrito Meus Poemas Diferentes (Mis poemas diferentes). Dice que hacía mucho tiempo que no practicaba la escritura, pero con gran esfuerzo consiguió poner sobre el papel la obra Brincando de Folclore (Jugando con el Folclore).  La revista Brasil Açucareiro publicó su texto, posteriormente bautizado como Três Histórias de Deus Quando Fez o Mundo (Tres historias de Dios cuando hizo el mundo).

 

Muy entusiasmado por la aceptación, el Dr. Souto reunió todo lo que sabía sobre las creencias del Nordeste en torno a la maternidad, y en 1969 nació el libro Como Nasce um Cabra da Peste (Cómo nace un valiente), resultado de su primera gran investigación folclórica. La noche que el Dr. Souto recibió las pruebas de galera del libro de la editorial Arquímedes, no pudo dormir. Aunque no lo haya relatado una mujer, el ritualismo desde el embarazo hasta el parto, tal como se ve en el Nordeste, fue descrito por un atento y dedicado observador de nuestro folclore. Hoy en día el libro se ha convertido incluso en una obra de teatro, y está traducido al alemán.

 

A lo largo de los años, en respuesta a una petición del sociólogo Gilberto Freyre, en 1980, el Dr. Souto preparó un Dicionário do Palavrão e Termos Afins (Diccionario de Palabrotas y termos semejantes), que se convirtió en una pesadilla. Pero fue una pesadilla que salió bien. Después de esperar cinco años para publicar el diccionario, la revista Veja publicó un artículo: É cultura, pô – Liberado o dicionário de palavrões (Esto es cultura – Está liberado el diccionario de palabrotas):

 

Tuvieron que pasar cinco años para que las autoridades de Brasilia, el mes pasado, dieran a conocer el libro pionero del etnólogo, presentado ahora como una obra de relevante importancia para la cultura nacional. Además del nihil obstat y de los elogios gubernamentales, el diccionario entra en imprenta con un prefacio del sociólogo Gilberto Freyre, solapas del juez carioca de derecho Eliezer Rosa, comentarios de Aurélio Buarque de Hollanda, portada de Francisco Brennand y contraportada de Jorge Amado, autoridad indiscutible en la materia. Con 5.000 ejemplares, debe marcar el debut de la Editora Guararapes, de Recife, en agosto próximo.

 

Así, a través de Gilberto Freyre, Fernando de Mello Freyre, Mauro Mota, Gladstone Vieira Belo, Sylvio Rabello, entre otros, nació un folclorista.

 

Pero toda esta virtud, latente, viene de su infancia en el interior de Pernambuco, llena de creencias, supersticiones, leyendas, juegos de ronda, comidas típicas, sillas en la acera, baños de presa, suspiros, buenos compañeros, mangos, anacardos... Todo esto, que forma parte de un imaginario rico y fascinante, también ayudó a la investigación de Mário Souto Maior.

 

El Dr. Souto siempre decía: "desconfía de la gente que no ama a los niños, los animales y las plantas". Esta sensibilidad se reflejaría después en sus libros, dedicados a los niños, pero que deleitan a cualquier adulto. De niño estuvo a punto de ahogarse cuando fue a bañarse a escondidas de sus padres en la presa, porque no sabía nadar. Después de este trauma, nunca más quiso bañarse en una presa, río o mar.

 

Los libros Comes e bebes do Nordeste (Comidas y Bebidas de Nordeste) y Alimentação e Folclore (Alimentación y Folclore) tuvieron probablemente su origen cuando visitó por primera vez Recife a los cinco años. Mário Souto Maior estudió el Abecedario con su maestra Santinha, cuya casa estaba en el callejón de Bom Jardim Matriz. Cuando aprendió a leer, fue a la escuela del profesor Valpassos. Le gustaba escuchar las historias de João do Bonde (Juan del Travía) en las escaleras de la sede. João do Bonde era un hombre muy divertido, inculto pero con una imaginación muy fértil. El Dr. Souto dice que cuando João do Bonde fue a Recife y vio el mar por primera vez, a él no le encantó. Conoció el tranvía, que le pareció fabuloso, de modo que después de su visita a Recife, todas las historias que contaba hablaban del tranvía. Por eso se le conoce como João do Bonde (Juan del Travía). Por eso, en todos los cuentos infantiles que publicó el Dr. Souto, está presente João do Bonde.

 

El folclorista Souto Maior también era íntimo de todo lo que era moderno. Mezcló el folclore con la tecnología. Lúcia Gaspar, bibliotecaria y amiga del Dr. Souto, señaló:

 

Le apasiona documentar todo lo relacionado con la cultura popular. Es el folclorista más "tecnológico" que conozco. La tradición y la tecnología son elementos aparentemente antagónicos, pero en Mário Souto Maior conviven en perfecta armonía. Investiga la tradición y la pone rápidamente a disposición de los interesados, utilizando los equipos electrónicos más modernos disponibles.

 

Así que, entre los ocho y los diez años, reunía cada céntimo que ganaba para que, los días de la feria, que se celebraba en el patio de la iglesia, pudiera ver el cosmorama, un aparato óptico que ampliaba las vistas de ciudades de otros países. Era la novedad de la época, en el año 1928.

 

Podemos acceder a su página web http://www.soutomaior.eti.br/mario/ para encontrar virtualmente el folclore en el lenguaje sencillo y didáctico del autor. Su pasión por la tecnología era tal que, según Renato Phaelante, en un homenaje que se le rindió con motivo de su 80º cumpleaños, declaró que:

 

Mário Souto Maior fue considerado un pionero, por las muchas innovaciones que introdujo en la ciudad. Y esa es otra característica de su temperamento tranquilo que mantiene un espíritu curioso, inquieto, atrevido y vanguardista. Fue suyo el primer frigorífico de queroseno de la ciudad, el Dr. Souto también poseía el primer ventilador, el primer televisor, la primera radiola, en aquella época llamada "pick-up". También introdujo una grabadora de audio que grababa en hierro de cobre, y fue también el primer radioaficionado de la ciudad con el prefijo PYYEC.

 

La riqueza de la infancia vivida por Souto Maior se mantuvo en su memoria. El pequeño Mario creció y, en 1930, se fue a vivir a Recife, en una casa de la calle del Hospício, ya que estaba inscrito en el internado del colegio Marista. No permaneció mucho tiempo en la casa debido a la revolución de 1930. Con el paso del tiempo, a la edad de trece años, dice que decidió ser poeta, elaborando así un libro que bautizó como Minhas Poesias (Mis Poesías).

 

Desde entonces, Mário nunca dejó de soñar con ser escritor. El 19 de enero de 1936 fundó, junto con su amigo Américo Sedycias, un pequeño periódico llamado O Literário (El Literario), que, aunque duró poco, significó mucho para él. Cursó el pregrado de Derecho en el Colegio Carneiro Leão. Y en la pensión de Doña Sinhá, donde vivía, en la calle Barão de São Borja, se hizo amigo de Guerra de Holanda, Pelópidas Soares e Isac Schachnic. Fundaron la Academia de Novatos, un grupo formado por devoradores de libros y amantes de las letras. Y después de devorar tantos libros, su primera publicación salió en 1938. Meus Poemas Diferentes (Mis poemas diferentes) tuvo su primera edición con 250 ejemplares financiados por su padre.

 

En 1943, el 23 de diciembre, el Dr. Souto se casó con Carmen, y de esta unión tuvieron siete hijos: Fred, Gise, Jane, Lis, Jan, Glen y Ed.

 

Con el paso de los años, fue fiscal del Condado de João Alfredo, en Pernambuco, de 1948 a 1954. Poco después, se convirtió en el director del Gimnasio Bom Jardim, que él mismo fundó. En 1945, fue nombrado alcalde de Orobó, también en Pernambuco. En 1967, se convirtió en asesor del Consejo Ejecutivo del Instituto Joaquim Nabuco de Pesquisas Sociais (Instituto Joaquim Nabuco de Investigaciones Sociales) y en inspector de enseñanza del Ministerio de Educación y Cultura.

 

Aun con el sueño literario dormido, su voluntad y sensibilidad resurgieron a los cincuenta años, impulsándole a seguir investigando el folclore, a pesar de lo que él llama su ojo de Camões, que no le podía estorbar de ninguna manera. El Dr. Souto perdió su ojo izquierdo, pero eso no le impidió seguir soñando. En su página web, su hijo Jan dice:

 

Dicen que "en el país de los ciegos, el tuerto es el rey". Pues bien, ciego de un ojo desde la adolescencia, con cinco grados de miopía y una catarata en el otro ojo que le sirve de ventana a la vida, mi padre consigue captar, con la ayuda de su cámara digital, una Sony Mavica, pequeñas imágenes de su vida cotidiana, que seguramente pasarían desapercibidas para la gran mayoría de la gente. Su escasa visión se complementa con la sensibilidad y la capacidad de captar imágenes, con la misma eficacia que lo hace con las palabras.

 

Su afición favorita era hacer fotografías con su cámara de última generación. Pero fue gracias a sus escritos sobre el folclore que Souto Maior recibió muchos premios, lo que demuestra el reconocimiento de Souto Maior por parte de diversas instituciones.

 

En su vida cotidiana, el Dr. Souto tenía en su sencillez una forma afectuosa de hablar con la gente. Era un hombre de muchos amigos, y solía decir que, hoy en día, solo se hacen amigos con "hola", es decir, no hay conversaciones, solo un "hola".

 

La inspiración y las ideas de Mário Souto Maior comenzaron durante esas horas en las que él estaba bestando. Dice que estar bestando es no pensar en nada, mirar la naturaleza, ver pasar los coches y la gente, es tomarse un tiempo para nada. Nada más natural que el folclore. Para trabajar, el Dr. Souto llevaba agua de coco, chocolate, jabuticaba y acerolas (dos frutas comunes en Brasil), y se entretenía durante los descansos de su trabajo de investigación, tomando fotos de los visitantes, de la naturaleza y de las revistas.

 

Esta mirada revela una persona iluminada y sencilla en su historia. Durante el día, el Dr. Souto se ocupaba de su familia. Amante de la buena música, su pasatiempo a la hora de comer era escuchar piezas clásicas, boleros, valses, reggae, temas de telenovelas e incluso música americana. Conocía el mundo a través de la pantalla, con sus vídeos de diversos lugares del planeta.

 

Me dijo: "¡Hija mía, casi me falta el corazón!" Una vez me dijo: "El secreto de la longevidad reside en tener siempre un propósito en la vida, en vivir con varias generaciones y en producir siempre algo".

 

El Dr. Fernando de Mello Freyre, en aquel entonces presidente de la Fundación Joaquim Nabuco, escribió el prefacio del libro organizado por Jan Souto Maior en honor al 80º cumpleaños de su padre: "... que tengo el honor de prologar: no solo como un homenaje, sino como un acto, que pretende ser pleno, de celebración de la vida".

 

Por todo ello, el doctor Souto era una persona transparente, su alegría era su familia, y le llamaban armadillo, porque no le gustaba salir de casa para nada, salvo para trabajar.

 

Fue invitado a conceder una entrevista en São Paulo, en el Programa do Jô, emitido por la Rede Globo, el 9 de julio de 2001. También fue homenajeado en una fiesta de carnaval en Recife, el llamado Baile de los Artistas, en febrero de 2001.

 

Vivir como folclorista no es fácil. Su hijo Jan Souto Maior escribió sobre su padre cuando falleció el 25 de noviembre de 2001:

 

Vivir de la cultura en Brasil no es un sueño, es pura utopía. Este es Mário Souto Maior, mi padre, que sabe honrar su nombre, llenando de orgullo a quienes, en vano, intentan seguir su trayectoria. Adelante, papá, adelante que corremos detrás de ti...

 

Y su esposa, Doña Carmen, le presenta sus últimos honores diciendo:

 

" Perdí a Mario, que era mi vida. Me quedé con mis hijos que son la razón de mi vida. Así que tengo que ser fuerte para seguir con mi misión hasta el final. Agradezco a todos mis amigos que me consolaron en esta hora tan difícil y dolorosa de mi vida. Gracias a todos por su afecto. Mi amistad..."

 

Ser un hombre valiente es ser un soñador, es traer consigo el paisaje del interior, como dice el poeta Jessier Quirino, es tener la sonrisa de un niño en el alma, es ser un amante de la naturaleza, es tener fuerza de voluntad en las venas, porque, como dice Euclides da Cunha, "el hombre del sertão – leo nordestino – es, ante todo, fuerte" (sertão es una vasta región semiárida del Nordeste Brasileño). Fuerte y simple. Es tener en la sangre la voluntad de comer las cosas del campo; es entender lo que la gente dice, piensa y oye; es observar al pueblo, sus hábitos y costumbres; es destacar las fiestas folclóricas, participando con gusto, gusto del aguardiente, de la harina con rapadura, del caldo de caña y del maíz al olor del humo de la hoguera; es ver una fiesta de junio, rezar al santo patrono, pedir la lluvia y estar "bestando". La vida de un folclorista es como ser un "matuto" (persona del campo) en la capital; tener esa voluntad de mostrar cómo vive el pueblo y llevar en el alma la esencia de nuestras raíces, que no puede perderse en el tiempo.

 

Lo importante es resaltar el folclore en todas sus formas, aportando al imaginario lo que mejor tenemos, que son nuestras raíces. He aquí una pequeña semblanza de este singular hombre, profesor, inspector, abogado, fiscal y folclorista (uno de los más grandes de nuestro tiempo) ¡fue un hombre valiente!

 


Recife, agosto de 2002.

 

fuentes consulted

GASPAR, Lúcia. Mário Souto Maior: cronologia e Bibliografia. Recife: 20-20 Comunicação e Editora, 1995.

MÁRIO Souto Maior. Disponível em: http://www.soutomaior.eti.br/. Acesso em: 27 maio 2002.

MÁRIO SOUTO MAIOR. [Foto neste texto]. Disponível em: http://www.soutomaior.eti.br/index.php?option=com_phocagallery&view=category&id=3%3Amario-80-anos&Itemid=7&limitstart=23. Acesso em: 30 set. 2019.

SOUTO MAIOR, Jan (Org.). Mário Souto Maior - Oitenta anos. Recife: Ed. Massangana, 2001.

SOUTO MAIOR, Mário. As Dobras do Tempo - Quase Memórias. Recife: 20-20. Comunicação e Editora, 1995.

SOUTO MAIOR, Mário. Meus Poemas Diferentes. Recife: Geração Editora, 1938.

SOUTO MAIOR, Mário; SOUTO MAIOR, Moacyr. Roteiro de Bom Jardim. Recife, 1954.

cómo citar este texto

LÓSSIO, Rubia. La vida de un folclorista: Mário Souto Maior, hombre fuerte y valiente. In: PESQUISA Escolar. Recife: Fundação Joaquim Nabuco, 2002. Disponible en: https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/pt-br/artigo/vida-de-folclorista-mario-souto-maior-um-cabra-da-peste/.  Acceso en: día, mes, año. (Ej.: 6 ago. 2009.)