Indios brasileños: instrumentos musicales
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Pasado actualización: 14/03/2013
[...] 1500. De la Carta de Pero Vaz de Caminha, informando acerca de la gente del gran territorio que se tornaría Brasil, quedó la certidumbre de que el sonido musical era utilizado por el indio mucho antes de la descubierta del continente americano. Ya en el primer encuentro entre la gente de Cabral y el nativo fue constatado por el cronista que los indios “danzaron y bailaron, con los nuestros”. […] En la misma oportunidad, notó que “más allá del río, muchos de ellos caminaban bailando y holgando” y también que “después de la misa, cuando nosotros sentados atendíamos a la predicación, muchos de ellos se levantaron y tañeron cuerno o bocina y comenzaron a saltar y bailar un pedazo”. […] (CAMÊU, 1977, p. 20).
Asociada al universo transcendente y mágico, la música para la mayoría de los pueblos indígenas brasileños es utilizada en rituales religiosos, socialización, conexión con ancestrales, magia y cura. Está presente en fiestas conmemorativas, estacionales, guerreras, ritos de pasaje y congraciamiento entre las tribus.
Una parte esencial de esa música son los instrumentos que la producen. Según la compositora, pianista, profesora y musicóloga Helza Camêu (1979, p. 09):
[…] Para el indio, el instrumento tiene un origen, una razón, una finalidad; por ello, sonoro o musical, cuenta una leyenda, su leyenda, que le determina un principio, que le vuelve cara la importancia, dándole especificación, vinculándolo a su gente […].
Predominan entre los indios brasileños los instrumentos musicales de percusión y soplo. Aunque todos ellos sean sonoros, existen aquellos que posibilitan extender la escala de los sonidos, siendo, de esa manera, considerados musicales.
Cada tribu posee sus instrumentos, que son utilizados de maneras diferentes por diversas comunidades. Pese a que sean confeccionados básicamente con los mismos materiales, presentan particularidades, distinguiéndose entre sí por la apariencia, complementos, pormenores, estructura y ornamentación, que reflejan características propias de las culturas a las cuales están conectados.
Los instrumentos indígenas, desde el punto de vista de su utilidad, pueden servir para la comunicación o para funciones propiamente musicales. De esa manera, la obtención del sonido entre los indios es un mensaje sonoro-musical destinado a diversas finalidades.
Los de percusión son aquellos que producen sonido por medio de golpes sobre cualquier superficie o por el atrito. En esa categoría se puede incluir – más allá de los tambores, bastones de ritmo, reco-reco y sonajeros – el propio cuerpo humano, por la utilización de pies, manos y otras partes del cuerpo.
El golpe de pies, que resulta en la vibración del suelo, sirve para ordenar y animar los movimientos de las danzas indígenas. Las palmas, no tan frecuentes como el golpe de los pies, tienen también una función disciplinaria. Con sonajeros sujetados en los tobillos, muslos, brazos, cuello y cintura, todo el cuerpo del indio se puede tornar una fuente sonora, con diversos matices, dependiendo del material utilizado.
Los instrumentos de percusión por atrito o choque – reco-reco, bastones y sonajeros en general – provocan más ruido que sonido, con variaciones de timbres con arreglo a los materiales en choque, como la madera, semillas o élitros (alas de escarabajos), así como la intensidad y regularidad de los movimientos que los impulsan.
Existen los sonajeros en hilera (conjunto de objetos colocados en línea, hilo) y en recipientes cerrados.
Los sonajeros en hileras están hechos de frutos – normalmente nueces y cocos – caracol, porongo, élitros, garras y cascos de animales (anta, ciervo, buey). Son usados como embrazaduras, pulseras, rodilleras, collares, tangas, tobilleras o sacudidos directamente en la mano.
Los sonajeros en recipientes cerrados, a depender de la forma, pueden ser clasificados en globulares (forma esférica) y tubulares (forma alargada).
Los globulares están hechos de frutos – como el cuité (Crescentia cujete), el porongo (Cucurbita lagenaria), el cupuazú (cacao blanco – Theobroma grandiflorum) –, huevos de avestruz, cráneo de mono, caparazón de crías de tortuga (encontrados en todas las tribus indígenas brasileñas), cerámica y lanza. Esta última es confeccionada con una vara de muirapiranga (pau-brasil), midiendo de un a dos metros (o más), dividida en cuatro partes: puño, lanza, sonajero y punta.
La utilización del sonajero globular está conectada a las actividades mágico-religiosas y los de lanza son usados, normalmente, en ceremonias de iniciación para los jóvenes.
Los tubulares son confeccionados de trenzado de taquarinha (plantas de la familia de las gramíneas), madera o tacuara, conteniendo en su interior semillas, guijarros, dientes o élitros para la producción del sonido al chocarse contra la madera.
Otro instrumento de percusión importante utilizado por los indios brasileños es el tambor. Puede estar hecho con madera (de tabla o tronques excavados), caparazón de tortuga, cerámica, cuero y piel de animales. Los tambores son instrumentos utilizados tanto para la señalización y comunicación como en fiestas y ceremonias sociales y religiosas.
Los bastones de ritmo, hechos de tacuara o madera, sirven para producir el sonido en los tambores. Los confeccionados son más rudos y algunos traen, en su interior, materiales que provocan mayor efecto sonoro.
Los indios Makuxi suelen colocar sonajeros en hilera alrededor de sus bastones. Los confeccionados por los Tikunas, llamados de Dopa, traen siempre figuras de animales o humanas en ellos esculpidas.
Los instrumentos de soplo, como píos, pitos, bocinas, trompetas y flautas, producen sonido por la introducción de aire en tubos y cavidades. Están hechos de hojas retorcidas, frutos, tronques, tacuara, huesos, porongo, cerámica, cuerno y caparazones de animales.
Los píos, también llamados de chamariz, son utilizados para la caza y están hechos de tacuara, madera, frutos, cerámica, caracol (caparazón) o cráneos de pequeños animales. Los indios consiguen producir con ellos sonidos con timbres bastante agradables.
Los pitos son objetos pequeños, hechos de material perecedero o duradero: hojas de cocotero, tacuara, madera, frutos, cuerno y hueso de animales.
Las bocinas, confeccionadas con conchas, cola de tatú, tacuara, porongo, cerámica, madera, cuerno de buey y de carnero, sirven básicamente para la comunicación, hecho observado y registrado entre los indios brasileños desde la carta de Pero Vaz de Caminha, en 1500.
Las trompetas, instrumentos más grandes y de forma alargada, están hechas de tronques de cocotero, cáscara de vegetales, trenzado de tacuara, madera y tacuara. Asimismo, existen trompetas de porongo y de cuerno de animales. Los indios Juruna, originarios de la región del Xingú, poseen trompetas de guerra que tienen como caja de resonancia un cráneo humano.
Las flautas, en principio instrumentos constituidos por un tubo abierto en una o en ambas extremidades, están hechas de tacuara, madera y hueso, como el fémur de tigre, tibia de ciervos, ciervos, alces, alas de jaburú, clavículas. Son encontrados registros sobre flautas de hueso desde el periodo colonial. Existen también las flautas nasales, accionadas por la nariz, que tanto pueden tener una forma recta como redondeada, cuando confeccionadas con dos pedazos de porongo unidos con cera.
La flauta Pã, encontrada en diversas tribus brasileñas, puede tener hasta 25 tubos y, normalmente, está hecha con tacuara.
El zumbador es un instrumento que emite sonido por el desplazamiento del aire atmosférico, en consecuencia de objetos en movimiento. Es utilizado para la comunicación entre los indios y también en manifestaciones religiosas por algunas tribus, a ejemplo de los indios Borôro, que lo consideran un animal acuático, y, por eso, la guardan sumergida en ciénagas y ríos.
Hay registro de viajeros extranjeros sobre instrumento de cuerda, como el arrabil (instrumento de arco de origen árabe) y el birimbao, importados de otras culturas, pero no son usuales en las comunidades indígenas brasileñas.
Actualmente, debido a la convivencia con la población de las regiones interiores del nordeste brasileño, se pueden encontrar entre los indígenas instrumentos musicales como el acordeón, el violín rústico o la viola. El indio, aunque los incorpore a sus costumbres, no los consideran vinculados a su cultura.
Recife, 19 de diciembre de 2012.
fuentes consulted
CAMÊU, Helza. Instrumentos musicais dos indígenas brasileiros: catálogo da exposição. Rio de Janeiro: Biblioteca Nacional; Funarte, 1979.
CAMÊU, Helza. Introdução ao estudo da música indígena brasileira. Rio de Janeiro: Conselho Federal de Cultura, Departamento de Assuntos Culturais, 1977.
AS ORIGENS da música brasileira (música indígena/música do Brasil colonial). ETE-Curso Técnico em Música, Ourinhos, São Paulo. Disponível em: . Acesso em: 17 dez. 2012.
PEREIRA, Edmundo. Música indígena, música sertaneja: notas para uma antropologia da música entre índios do Nordeste. In: OLIVEIRA, João Pacheco (Org.). A presença indígena no Nordeste: processos de territorialização, modos de reconhecimento e regimes de memória. Rio de Janeiro: Contra Capa, 2011. p. 577-603.
TUGNY, Rosângela Pereira de; QUEIROZ, Ruben Caixeta de (Org.). Músicas africanas e indígenas no Brasil. Belo Horizonte: Editora UFMG, 2006.
cómo citar este texto
Fuente: GASPAR, Lúcia. Índios brasileiros, instrumento musicias. Pesquisa Escolar Online, Fundação Joaquim Nabuco, Recife. Disponível em: . Disponível em: <http://basilio.fundaj.gov.br/pesquisaescolar> dia mês ano. Ex.: 6 ago. 2009.