Fuerte del Príncipe da Beira, Costa Marques, Rondônia
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Pasado actualización: 08/01/2013
El Real Fuerte del Príncipe da Beira es considerado una de las mayores obras en ingeniería militar portuguesa del período colonial, tanto por su edificación como por su fundamental ubicación estratégica. El Fuerte se ubica en la orilla derecha del río Guaporé, en el municipio de Costa Marques, estado de Rondônia, en la frontera con Bolivia.
El nombre Real Fuerte del Príncipe da Beira, o simplemente Fuerte del Príncipe da Beira como es más conocido, se originó como homenaje al Príncipe heredero de la Corona Portuguesa, D. José de Bragança, que tenía el título de Príncipe da Beira, título que mantuvo hasta la muerte de su madre, Maria I de Portugal, cuando entonces ascendió al trono con el título de Príncipe do Brasil.
La edificación del Real Fuerte Príncipe da Beira, así como todos los otros fuertes ubicados del lado oeste de la línea del Tratado de Tordesillas (acuerdo sellado por España y Portugal, en 1494, que fijaba criterios de repartición entre los dos países de las tierras descubiertas a ultramar por Cristóbal Colón y otros navegadores), fueron erguidas con el fin de delimitar y defender la nueva frontera acordada por el Tratado de Madrid de 1750, firmado entre D. João V de Portugal y D. Fernando VI de España, para definir los límites entre las respectivas colonias sudamericanas, lo que supuestamente pondría fin a las disputas entre los dos países. El Tratado de Madrid tenía la finalidad de sustituir el de Tordesillas que en la práctica no se respetaba.
Los portugueses erguieron varios tipos de fortificaciones, desde las más imponentes y seguras hasta las más modestas y frágiles, todas ubicadas en puntos o accidentes geográficos que obedecían un plan de defensa estratégica de la América portuguesa. D. João V (1706-1750), preocupado por la proximidad de los españoles en la frontera oeste desde 1743, determinó acciones con el propósito de consolidar el dominio portugués en el canal del rio Guaporé, a fin de explotar oro en la región. Para esto creó la capitanía de Mato Grosso, nombrando como su primer gobernador y Capitán General a D. Antonio Rolim de Moura Tavares. Él fundó Vila Bela da Santíssima Trindade, a orillas del río Guaporé, donde se estableció la sede de la Capitanía.
No obstante, no sólo los portugueses tenían como objetivo la explotación del oro en la región. Los españoles también pretendían explotar estas riquezas, y para señalar su presencia en ese lugar, establecieron misiones jesuitas a lo largo del río Guaporé y su sus afluentes, generando así una serie de conflictos. Para garantizar la soberanía portuguesa en la región, se construyó, en 1769, el Fortín de Nossa Senhora da Conceição (o Bragança) cuya fragilidad produjo en los españoles intentos de conquista, pero fueron intentos sin éxito debido a que se vieron afectados por enfermedades diversas. Posteriormente, este Fortín sería destruido por las aguas de la inundación de 1771.
En 1772, el entonces gobernador de la Colonia do Mato Grosso, Capitán General Luis de Albuquerque de Melo Pereira e Cáceres, tenía como misión ejecutar el plan de la Corona Portuguesa por dominar las dos orillas del río Guaporé, a fin de alejar a los españoles y asegurar el control total de las minas del Guaporé y Tanquinhos (actual Mateguá, Bolivia), garantizando un camino seguro por los ríos Guaporé, Mamoré y Madeira, logrando así el monopolio de la Compañía General de Comercio do Grão-Pará e Maranhão.
Para la ejecución de este plan, en 1773, Luis de Albuquerque de Melo Pereira e Cáceres viajó río abajo por el Guaporé en busca de un lugar en su orilla derecha para la construcción de un fuerte en reemplazo al de Nossa Senhora da Conceição. Contó con el auxilio técnico del Ayudante de Infantería en ejercicio de Ingeniero, Domingos Sambocetti, para encontrar un lugar que atendiera los requisitos para construcción del nuevo fuerte, que sería luego el Fuerte Real do Príncipe da Beira, a alrededor de dos kilómetros de distancia de la fortificación anterior (el de Conceição).
Enfrentando la censura del Primer Ministro Pombal (Sebastião José de Carvalho e Melo, más conocido por su título de nobleza Marqués de Pombal), los ajustes administrativos y los altos costos del emprendimiento, Luis de Albuquerque creía que todos los sacrificios valdrían la pena frente a la importancia política de la obra. El 20 de junio de 1776, los cimientos del nuevo fuerte recibieron la piedra fundamental registrada en acta histórica. Durante las obras de construcción del fuerte, el ingeniero Sambocetti murió debido a la malaria, siendo entonces reemplazado por el Capitán de Ingenieros Ricardo Franco de Almeida Serra.
El fuerte fue dispuesto sobre la Sierra dos Parecis, en paralelo al río Guaporé. El grandioso proyecto de Sambocetti preveía una fortificación en plano cuadrangular, amurado en piedra de cantera con majestuoso portón en el frente norte y con baluartes en los ángulos consagrados a Nossa Senhora da Conceição, Santa Bárbara, Santo Antonio de Pádua y São José Avelino, según las normas de la arquitectura militar de la época, inspirado en sistema elaborado por Vauban, arquitecto militar francés (1633-1707). Sobre el terraplén, existen catorce grandes edificios de piedra labrada o piedra ganga y argamasa, que abrigaban los cuarteles de la guarnición, hospital, capilla, almacenes, casa del gobernador, cisterna, bodega subterránea. La puerta principal tenía un puente levadizo sobre la fosa seca y estaba protegida por un revellín (unidad de medida para superficies agrarias que corresponde a 100 m2).
Una vez consolidada la presencia portuguesa en la región, el Fuerte perdió un poco su función estratégica, pero siguió siendo testimonio de una época y un centinela en aquella parte de Brasil. Con el abandono progresivo, la vegetación invadió sus dependencias amenazando la integridad del edificio. Ya en el siglo XX, el 6 de julio de 1913, el Fuerte fue visitado por el Almirante José Carlos de Carvalho y otras autoridades que labraron actas de su visita, deliberando que el monumento histórico sería responsabilidad del Estado de Mato Grosso hasta que el Gobierno Federal resolviera su administración definitiva, determinando también la remoción de piezas de artillería y otros objetos aún allí existentes, para el Museo Nacional do Rio de Janeiro.
En 1914, el Marechal Cândido Mariano da Silva Rondon (1865-1958) también visitó el Fuerte y ordenó la limpieza de la maleza que invadía sus dependencias. Sin embargo, sólo en 1930, una expedición del Ejército brasileño volvió a mostrar su presencia en este lugar. Finalmente en 1950, el Fuerte fue derribado por el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional, IPHAN.
Durante el Gobierno del General João Baptista de Figueiredo se firmó un Acuerdo de Compromiso entre el Ministerio de la Educación, Cultura, y el Ministerio del Ejército y el Gobierno de Rondonia, con el objetivo de su restauración, conservación y utilización. En 2009, por iniciativa del IPHAN, se iniciaron los trabajos arqueológicos, en el interior del Fuerte, bajo la coordinación del arqueólogo Fernando Marques, del Museo Emílio Goeldi, con conclusión prevista para el 2012. La intención es calificar el Fuerte para el público turístico.
Recife, 29 de junio de 2012.
fuentes consulted
FORTE Príncipe da Beira (Costa Marques, RO). Disponível em: . Acesso em: 18 jul. 2012.PRÍNCIPE da Beira. Revista Trimensal do Instituto Histórico Geographico e Ethnographico do Brasil, Rio de Janeiro, t. 48, parte 1, 1885.
NUNES, Maria de Souza. Real Forte Príncipe da Beira. Cartografia e iconografia de Isa Adonias. Salvador: Fundação Emílio Odebrecht, 1985.
RONDÔNIA. Governo do Estado. Secretaria de Estado de Cultura, Esportes e Turismo. Departamento de Cultura. Histórico do Real Forte Príncipe da Beira. Porto Velho, 1983.
cómo citar este texto
Fonte: ANDRADE, Maria do Carmo. Real Forte Príncipe da Beira. Pesquisa Escolar Online, Fundação Joaquim Nabuco, Recife. Disponível em:<http://basilio.fundaj.gov.br/pesquisaescolar/> . Acesso em: dia mês ano. Ex: 6 ago. 2009.