CHESF (Companhia Hidro Elétrica do São Francisco)
Pasado actualización: 15/05/2023
La Companhia Hidro Elétrica do São Francisco (Chesf), empresa del Gobierno Federal vinculada al Sistema Eletrobrás, representa la mayor red de generación y transmisión de energía eléctrica en alta tensión del país y, al mismo tiempo, un viejo sueño de muchos brasileños.
La compañía comenzó a funcionar a mediados del siglo XX, y su fuerza proviene fundamentalmente de las aguas del río São Francisco, el gran río perenne que cruza el interior de Minas Gerais y pasa por cuatro Estados del Nordeste de Brasil: Bahía, Sergipe, Alagoas y Pernambuco. Tiene una extensión de 3.200 km y su cuenca comprende un área de 490.770 km2.
El portugués Pero de Magalhães Gandavo, que estuvo en Brasil en 1576, ya apuntó, con gran admiración, que el São Francisco era navegable por sesenta leguas. Escribía además que, a partir de cierto punto, no se podía pasar, debido a una gran cascada, cuyas aguas caían desde una altura muy grande.
Hace tiempo, se había imaginado el uso de ese río. En 1801, el naturalista J. V. Couto llamaba la atención sobre la potencialidad ofrecida por el São Francisco, en el sentido de beneficiar la agricultura de sus regiones ribereñas. Y a lo largo de los años se han realizado varias solicitudes relativas a la explotación de su potencial hidráulico.
Por ejemplo, en 1910, el ciudadano Inglés Richard G. Reidy intentó solicitar la concesión de las cascadas de un tramo del río, así como de ciertos terrenos marginales, que parecían necesarios para la instalación de su empresa. Se trataba de un intento semejante al de la Light, en los Estados de Río de Janeiro y Sao Paulo. Sin embargo, el Gobierno del Mariscal Hermes da Fonseca desestimó el requerimiento, por no concordar con la cláusula referente a la concesión de los terrenos marginales.
Al año siguiente, se otorgó una solicitud similar a la de Reidy al ingeniero Francisco de Paula Ramos. Sin embargo, dos semanas después de aprobarlo, el mismo Mariscal volvió a desestimar el proceso, alegando, entre otros motivos, la falta de idoneidad del ingeniero.
En la misma época, el legendario industrial Delmiro Gouveia ya soñaba con aprovechar la fuerza de las aguas de la cascada de Paulo Afonso, para construir una central hidroeléctrica. Con tal objetivo, él encabezó la creación de una empresa de capital mixto, junto con un millonario y un ingeniero norteamericanos, y su primer paso fue comprar las tierras que se ubicaban en las márgenes de la cascada, del lado alagoano, e incorporarlas al dominio particular. En seguida, consiguió obtener varios privilegios: el derecho de explotación sobre las tierras improductivas en Água Branca; la concesión para captar el potencial hidroeléctrico de la cascada de Paulo Afonso y producir electricidad; y la exención de impuestos para su fábrica de hilos para coser. Entre 1910 y 1911, todas estas concesiones fueron transformadas en decretos-ley por el Estado de Alagoas. De esta forma, el industrial creó la usina Angiquinho, la primera usina hidroeléctrica que aprovecha el poder de las aguas del llamado “Velho Chico”.
En el año 1921, durante el Gobierno de Epitacio Pessoa se realizó el primer levantamiento topográfico de la cascada de Paulo Afonso.
Cerca de dos décadas después, con el fin de aprovechar el potencial energético de la cuenca del São Francisco para la Región Nordeste, se intensificaron los estudios y las investigaciones. El 4 de abril de 1944, el Ministro de Agricultura del gobierno de Getúlio Vargas, Apolônio Sales, propuso la creación de la Compañía Hidroeléctrica Nacional de São Francisco.
En cuanto a la existencia de la propia CHESF, el 3 de octubre de 1945, Getúlio Vargas firmó tres decretos-leyes: 1) el de nº 8.031, autorizando la organización de la empresa; 2) el de n° 8.032, abriendo un crédito especial, con el Ministerio de Hacienda, para suscribir sus acciones ordinarias; y 3) el de nº 19.706, otorgando a la empresa la concesión, por 50 años, del uso progresivo de la energía hidráulica del río São Francisco, en el tramo entre Juazeiro (BA) y Piranhas (AL), con el objetivo de abastecer de energía eléctrica en alta tensión a las concesionarias de servicios públicos, en el área comprendida por una circunferencia de 450 km de radio, con centro en la cascada Paulo Afonso.
Cabe señalar que el área de concesión de CHESF estaba ubicada en el denominado Polígono das Secas y, inicialmente, la Compañía beneficiaría a los siguientes estados del nordeste: Bahia, Sergipe, Alagoas, Pernambuco y Paraíba. En ese momento, el 89% del territorio de Pernambuco estaba en régimen de sequía; el 54%, en Bahía; y el 39%, en Alagoas.
El 15 de marzo de 1948, se realizó la Asamblea General de constitución de la CHESF, siendo elegidos los ingenieros Alves de Souza, como presidente, y Otávio Marcondez Ferraz, como director técnico. Como parte fundamental de su primera planta –la de Paulo Afonso–, la represa de Paulo Afonso fue construida en un archipiélago fluvial a 250 km de la desembocadura del río São Francisco.
La CHESF terminaba el proyecto piloto de la usina el 23 de marzo de 1949, y lo encaminaba al presidente Gaspar Dutra. Una vez aprobado, se eligió al director técnico Marcondes Ferraz para que preparara el proyecto ejecutivo y fuera el superintendente general de las obras.
En 1954, se inauguró la usina de Paulo Afonso I. En ella funcionaban dos máquinas generadoras de 60.000 kilovatios cada una. A su vez, la ataguía del lado bahiano, que permitiría completar las restantes compuertas, aún se encontraba en el lecho del río São Francisco. Para probar la planta y capacitar a los futuros operadores, CHESF contó con el apoyo de las empresas de la Westinghouse, Electricité de France y Light. Con la misma capacidad que las anteriores, posteriormente se instaló una tercera máquina, lo que permitió a la Compañía triplicar su mercado energético regional.
Apolonio Sales asumió la presidencia de la CHESF en 1962. En esta ocasión, la empresa recibiría un considerable aumento de su capital, por intermedio de ELETROBRÁS, que se destinaba a ser el holding de las principales empresas de generación de energía eléctrica del País.
A principios de la década de 1970, la compañía logró triplicar la marca de los 310.000 kilovatios alcanzados en 1962. Su expansión, en ese sentido, se dio a través de la ampliación del complejo Paulo Afonso (mediante la construcción de las centrales hidroeléctricas de Boa Esperança, Paulo Afonso III y Paulo Afonso IV), la incorporación de centrales de otras empresas y autarquías y, sobre todo, todo, la construcción de las represas de Sobradinho, Moxotó e Itaparica. La CHESF obtuvo entonces una potencia de 10.700 megavatios.
Vale mencionar que, en 1970, el radio de extensión de CHESF ya se extendía por 700 km, con sede en Paulo Afonso, y el sistema contaba con 115 subestaciones y una red de transmisión que superaba los 10.000 km.
Actualmente, CHESF suministra energía eléctrica a los Estados de Bahía, Sergipe, Alagoas, Pernambuco, Paraíba, Rio Grande do Norte, Ceará y Piauí, a través de varias usinas y termoeléctricas, que poseen la capacidad de generar 10 millones y 703 mil kilovatios, y atienden a un área de más de un millón de km2, correspondiente al 15% del territorio nacional. Sus plantas son las siguientes: Piloto, Paulo Afonso I, Curemas, Paulo Afonso IIA, Funil, Araras, Paulo Afonso IIB, Boa Esperança, Paulo Afonso III, Apolonio Sales, Pedra, Paulo Afonso IV, Sobradinho, Luiz Gonzaga y Xingó.
Para tener una idea del tamaño de Sobradinho, vale mencionar que este representa uno de los lagos más grandes del mundo, equivalente a cuatro veces la bahía de Todos os Santos. Ese embalse, también llamado lago Sobradinho, tiene 34 mil millones de metros cúbicos de agua, y su espejo de agua tiene 4.200 km2 y un remanso de 300 km. El lago de la presa de Itaparica, por otro lado, tiene un espejo de agua de 11 mil millones de metros cúbicos de agua y un remanso de 150 km. En su conjunto, los depósitos de CHESF almacenan alrededor de 50 mil millones de m3 de agua, pero solo 34 mil millones forman el volumen útil disponible para la generación de energía eléctrica.
Alimentadas con gas natural, combustible ecológicamente aprobado, Camaçari y Bongi, las dos usinas termoeléctricas de la Compañía, están ubicadas, respectivamente, en las regiones metropolitanas de Salvador (BA) y Recife (PE).
Utilizando siempre las más modernas tecnologías, CHESF busca, también, fuentes alternativas de energía. Entre otras, la empresa ha invertido en sistemas de generación de energía solar, así como en la implantación de estaciones que miden el potencial eólico de la Región Nordeste.
Recife, 17 de diciembre de 2004.
fuentes consulted
CHESF. Companhia Hidro Elétrica do São Francisco. Recife, [2002?].
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cómo citar este texto
VAINSENCHER, Semira Adler. Chesf (Companhia Hidroelétrica do São Francisco). In: Pesquisa Escolar. Recife: Fundação Joaquim Nabuco, 2004. Disponible en:https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/es/artigo/chesf-companhia-hidro-eletrica-do-sao-francisco/. Acceso el: día mes año. (Por Ej.: 6 ago. 2020.)