Cementerio de Santo Amaro (Recife, PE)

El cementerio de Santo Amaro, el mayor cementerio público de la ciudad de Recife está ubicado en la rua do Pombal, sin número, en el barrio de Santo Amaro. Su construcción se inició durante el gobierno de Francisco do Rego Barros y su inauguración tuvo lugar el 1 de marzo de 1851, con el nombre de Cementerio Bom Jesus da Redenção de Santo Amaro das Salinas. El cementerio posee una capilla en estilo gótico, con formato octogonal, obra de Mamede Ferreira, que fue erigida en el centro del gran terreno. En el interior, se observan pinturas de Rinaldo Lessa. Cuatro lápidas resumen la historia de dicha capilla:

El consejo municipal de Recife lo mandó hacer en 1853.
…1855, según el plan del Ingeniero Civil José Mamede Alves Ferreira.
Reabierto y mejorado en la administración del Excmo. Dr. Emeraldino Olympio de Torres Bandeira, alcalde de
Municipio de Recife. El 16 de junio de 1899.
Restaurado en la administración del Excmo. Sr. Dr. Francisco da Costa Maia, alcalde del municipio, 1930.

Una de las tumbas más visitadas del cementerio de Santo Amaro, es la de la niña sin nombre. Siempre está cubierto de flores, de exvotos, de jarrones, de velas. Se lee: niña sin nombre. Sufriste en la tierra, pero por premio ganaste el cielo.

El mausoleo de Joaquín Nabuco es el más valioso de todos: es una obra artística del escultor Giovanni Nicolini, profesor en Roma, y realizada en mármol de Carrara. La obra retrata el hecho más importante en la vida del famoso abolicionista: la liberación de los esclavos en Brasil. Presenta a algunos antiguos esclavos que llevan, sobre sus cabezas, el sarcófago simbólico de Joaquín Nabuco. Frente al monumento se ve el busto del abolicionista. A su lado, la escultura de una mujer, simbolizando la historia, que adorna de rosas el pedestal de su busto, donde es posible leer: a Joaquim Aurelio Nabuco de Araújo. Nació el 19 de agosto de 1849. Falleció el 17 de enero de 1910.

En la base del pedestal de Nabuco, donde está presente una corona de flores, está escrito: A Joaquín Nabuco, el comandante, los oficiales y la guarnición de “Minas Gerais”. Washington, 14-3-1916.

Y, en la parte posterior del mausoleo del abolicionista, se lee también: Homenaje del Estado de Pernambuco a su amado hijo, el Redentor de la raza esclava en Brasil.

Varios mausoleos imponentes se pueden encontrar, también, en el cementerio de Santo Amaro. El gobernador Manuel Antonio Pereira Borba, más conocido como Manuel Borba tiene una mujer de bronce con una torre en la cabeza, y en sus pies un gran león. En el mausoleo, una frase que se hizo famosa: Pernambuco no se dejará humillar. Y su efigie, con la siguiente inscripción:

“Ciudadanos: cuando queráis advertir a vuestros gobernantes, incitar a vuestros compatriotas y educar a vuestros hijos, señaladles el ejemplo que fue Manuel Borba - probidad y carácter - lealtad - bravura cívica. MCMCCCII. [sic]”

 Se puede admirar también una serie de mausoleos: el de la Familia Drummond (con un escudo de mármol, sobre un pequeño reloj de arena, con una calavera y una hoz); la tumba de los 4 bustos (una obra de arte, toda de mármol, perteneciente a la familia Miguel José Alves, representando a cuatro hermanos: un hombre con las manos en el pecho y tres mujeres llorando alrededor de él); el de Joaquim Nunes Machado (una pequeña columna de mármol con capitel dórico, teniendo una jarra cerrada, parcialmente cubierto por un manto); el de Antônio Peregrino Maciel Monteiro, el 2°. Barón de Itamaracá (en mármol, adornado con flores, volutas y Ángeles); el del periodista y poeta Paulo Arruda (con cuatro columnas hermanadas y partidas en la parte superior, y un libro de mármol, abierto en el pedestal, con un extenso texto); el del pintor y poeta Vicente do Rego Monteiro (auto-relieve en mármol de una mujer rezando, con un perro a su lado); el del gobernador Estácio de Albuquerque Coimbra (con una gran estatua de Jesús, en bronce, entre las estatuas de una mujer y de un obrero); entre tantos otros.

Uno de los mausoleos llama la atención del público por su inusual nombre:

 “Aquí descansa Homem Bom da Cunha Souto Maior (1850-1903).”

La tumba del poeta José Izidoro Martins Júnior (1860 - 1904) también es interesante. Contiene una elegante columna corintia, adornada con una guirnalda y siete libros de mármol, con los títulos de las obras del profesor:

 Estilhaços/Visões de Hoje/ Retalhos/ Tela Polycroma/ Verdadeiros Vôos/ Poesia Scientifica/ Fragmentos Jurídico-Filosoficos/ Historia do Direito/ Hist. do Direito Nacional/ Soberania e Acre.

La gente busca visitar siempre, en el cementerio de Santo Amaro, la llamada tumba del perrito: la tumba de Newton Sabóia Lins Petit (1909 - 1971). Presenta estatuas de ángeles y de una niña, en mármol, y un pequeño perro en yeso, acostado. Lo más interesante, sin embargo, son los famosos versos grabados en su última morada:

 Pela estrada da vida, subi morros,
Desci ladeiras e enfrentei perigos;
entre os amigos, encontrei cachorros,
e entre os cachorros descobri amigos.

Recife, 21 de julio de 2003.

fuentes consulted

FRANCA, Rubem. Monumentos do Recife: estátuas e bustos, igrejas e prédios, placas e inscrições históricas do Recife. Recife: Secretaria de Educação e Cultura, 1977.

cómo citar este texto

VAINSENCHER, Semira Adler. Cementerio de Santo Amaro (Recife, PE). In: Investigación Escolar. Recife: Fundación Joaquim Nabuco, 2003. Disponible en:https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/es/artigo/cementerio-de-santo-amaro-recife-pe/. Acceso el: día mes año. (Por Ej.: 6 ago. 2020.)