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Bloco Apôis Fum: el lirismo y la osadía de Momo

Los carnavales de Recife sucedieron a merced de la evolución de los clubes de peatones, que solían representar algunas profesiones durante el período momo. A partir de esa década, sin embargo, el carnaval de Recife se iluminará con la emoción y los colores que sólo las agrupaciones carnavalescas, que llamamos “bloques líricos”, supieron brindar a los juerguistas.

Bloco Apôis Fum: el lirismo y la osadía de Momo

Artículo disponible en: PT-BR ENG

Pasado actualización: 01/06/2022

Por: João Montarroyos - Profesor, escritor e investigador

Hasta la década de 1920, los Carnavales de Recife se desarrollaban en línea con la evolución de los clubes de peatones, que generalmente representaban algunas profesiones durante el período de momo. Entre los principales, se puede citar el Vassourinhas, el Empalhadores, el Toureiros y el Batutas de São José, el Caiadores, el Clube das Pás, que hasta hoy llenan nuestros corazones de pasión y nostalgia.

 

A partir de esa década, sin embargo, el carnaval de Recife se iluminará con la emoción y los colores que sólo los blocos carnavalescos, que llamamos “blocos líricos”, supieron brindar a los juerguistas. Surgidos de los cordones de aislamiento donde podían desfilar las damas y señoritas de la época, tales grupos se vengaron gracias al sentimentalismo ya impreso por los belenes, donde las mujeres cantaban y los hombres solo tocaban sus instrumentos de madera, como mandolinas, guitarras. , panderetas, etc., admitiendo, como máximo, además, una armónica. Los Irmãos Valença (Hermanos - João y Raul) fueron de fundamental importancia en este proceso, ya que el belén que guardaban en el Casarão da Madalena, en la hacienda Valença, era muy famoso, tradición heredada de sus abuelos.

 

Así, como no agradaba a las señoritas frecuentar el carnaval de los clubes de peatones, tales grupos cantantes terminaron por fundar los blocos de la calle, una extensión de sus elegantes veladas.

 

Los versos de la marcha Último Regresso, de Getúlio Cavalcanti, nos dan buna buena dimensión de esta verdad (énfasis del autor):

 

Es hermoso ver
El día amanecer
Con guitarras y mil pastoras,
Diciendo Bien
Que Recife tiene
El mejor carnaval de Brasil!

 

Hubo varios blocos de esa década dorada del carnaval de Pernambuco: Bloco das Flores (el primero en formarse), Flor da Lira, Andaluzas, Pirilampos, Crisântemos, destacándose especialmente, entre ellos, el bloco Apôis Fum, ya que su estreno cambiaría realmente el rumbo de los carnavales de entonces. Ese primero ya se había llamado, dos años antes, Bloco das Flores Brancas. Con sede en la Praça Sérgio Loreto, en la Rua Imperial, en la residencia del Capitán Pedro Salgado, tuvo como director al Príncipe Raul Morais, compositor y director de orquesta de su marcha de regreso.

 

Contrariamente a lo que normalmente cita la mayoría de los investigadores del género, el bloco Apóis Fum, originario de Torre, fue efectivamente fundado en 1923, y no en 1925 (incluso afirmándose el año 1929, de manera absurda), como se puede deducir de la edición de Jornal Pequeno, del 2 de febrero de 1923: "APÔIS FUM – El próximo domingo, Torre estará al revés, según profetizó Raymundo da Elite. Es el día del ensayo batuta del batuta Maestro Felinto con sus chicos de la Orquesta Apóis Fum, que constituirá la nota carnavalesca [...]”. En una edición del Jornal do Commercio, del 4 de marzo de 1924, se menciona a Apôis Fum, para que no quede duda sobre el año de su fundación, como una asociación que se exhibía en ese carnaval “con el mismo nombre desde el año pasado”. ”, refiriéndose al carnaval del año anterior, por lo tanto, al de 1923.

 

Los torreanos, por cierto, siempre han sabido dignificar la juerga, y de allí han surgido grandes grupos, como Um Dia Só, fundado por el Prof. José Severino Calazans, director de los coros de las Iglesias Bautistas de Torre y de Iputinga. También fundó una escuela de primeras letras en la Rua Belarmino Carneiro. Es de su autoría la marcha de saludo a los grandes blocos de la época, entre ellos el Apôis Fum:

 

En un saludo sincero, el Bloco Um Dia Só,
A estos blocos tan apreciados,
Saluda a todos con oro en polvo.
A todos deseamos, placer y simpatía,
Victoria indiscutible, que el pueblo atestigua con alegría.

 

Un día Só llegó a ser Campeón de la Ciudad, pero, después de dos años de existencia, se disolvió, debido a la disensión, dando lugar a un nuevo bloco, Bobos em Folia, que pronto tuvo como rival al travieso Sabido Não Grita.

 

Desgraciadamente, es en Torre donde todavía recordamos A Dor de Uma Saudade, una marcha compuesta por Edgar Morais en honor a su hermano Raul, que moriría el 8 de septiembre de 1937, en la Rua do Cailigeiro, hoy llamada R. Dom Manuel da Costa, en el mismo barrio.

 

Pero Edgar Morais también compuso marchinhas muy alegres, aunque sin abandonar nunca el espíritu nostálgico, como se percibe en su marchinhaValores do Passado:

 

Blocos das Flores, Andaluzas, Cartomantes,
Camponesa, Apôis Fum e o Bloco Um Dia Só.
Os Corações Futuristas, Bobos em Folia,
Pirilampos de Tejipió.
A Flor da Magnólia,
Lira do Charmion, Sem Rival,
Jacarandá, Madeira da Sé,
Crisântemos, Se Tem Bote e Um Dia
De Carnaval [...].

 

El Apôis Fum formaba un bloque de notables, teniendo en sus filas títulos de honor militar que conferían distinción social, adquiridos a la Guardia Nacional, como sucedió con el Capitán Fenelon Albuquerque y el Coronel Francisco de Sá Leitão, su presidente de honor. Al frente de las finanzas, el entonces respetado comerciante de la plaza, Raymundo Silva, propietario del Salão Elite, lo que le valió el apodo de Raymundo da Elite. Su principal representante, sin embargo, vendría a ser el carnavalesco Felinto de Morais (uno de los mayores guitarristas de la época), todos homenajeados en la composición del nostálgico director Nelson Ferreira, Evocação nº.1 (1957): “Felinto/ Pedro Salgado/ Guilherme/ Fenelon/ donde están sus famosos blocos: Bloco das Flores/ Andaluzas/ Pirilampos/ Apôis Fum/ de los carnavales nostálgicos! [...]”. (énfasis del autor)

 

Aunque nacieron en barrios distintos, era común que muchos clubes tuvieran su sede en lugares centrales, más privilegiados en relación con la frecuencia popular. Así fue, también, con Apôis Fum: en el año de su fundación, en febrero de 1923, el bloco se había instalado, "desde el sábado gordo hasta el miércoles, en el confortable edificio, nº.39, en la Rua da Imperatriz, teniendo firmado este contrato con la Señora Baldi, que allí mantiene un salón de baile.” También ya se instaló en la Rua Nova, sobre la famosa Confeitaria Crystal, punto de grandes eventos de la ciudad y donde seis años después sería asesinado el entonces gobernador del estado de Paraíba, João Pessoa de Albuquerque desencadenando la famosa Revolución de 1930.

 

Sus ensayos, sin embargo, siempre se realizaban en la Rua José Bonifácio (antigua Rua do Rio), en el barrio de Torre, en la residencia del ilustre Sá Leitão –en un lugar que hoy corresponde al edificio frente al SESI en el mismo barrio– de donde surgió el famoso grupo cedido para saludar a sus competidores y al público en general, en particular a la prensa. Antes de cualquier presentación, sin embargo, el bloco subía por la calle hasta las orillas del imponente Capibaribe –en cuyo cauce rodaban sus aguas, al son de alegres fanfarrias–, para desde allí volver a conquistar las principales calles del barrio. Muchas veces se reencontraban, el bloque y el río, fraternizados en el centro de Recife, desde donde las aguas retomaban el dominio de la fiesta, para luego caer, extenuadas, en los brazos del mar.

 

Tales secciones fueron siempre muy apreciadas por el público del barrio, que acudía allí en éxtasis, como vemos con motivo de su primer ensayo, el 4 de febrero de 1923, domingo de previas carnavalescas: “Fue un éxito el ensayo, ayer, de la pesada orquesta Apôis Fum, bloco compuesto por familias, señoritas y muchachos de Torre. La casa de Sá Leitão fue invadida por una ola de polvo, donde todos hacían el paso de caballo-del-perro no es un avión”. La previa duró diez horas, comenzando el ensayo al mediodía de ese domingo festivo, finalizando recién a las 10 de la noche del mismo día. Allí ya se había marcado un nuevo ensayo para el miércoles siguiente, acordándose el jueves para una presentación a la prensa, en la Praça da Independência, a las ocho de la noche, frente al Salão Elite, del tesorero Raymundo.


 
El Domingo de Carnaval de ese año, Apôis Fum conquistaba, de una vez por todas, las calles del carnaval de Recife; presentaba como destaque una carroza que representaba un bloque de nieve, donde se colocaba su abanderado, una bella joven. Su salida se dio a las 15h, dejando la sede de Imperatriz para recorrer los principales puntos de la ciudad, visitando el puente de la Boa Vista, Rua da Concórdia, Campina do Bode (actual Cinco Pontas, en el barrio de São José), Av. Lima Castro (actual R. Imperial), Praça da Independência, el Palacio de Gobierno, para luego regresar a su sede, a la Rua da Imperatriz. Su inolvidable orquesta estaba compuesta por 24 guitarras, 6 cavaquinhos, 3 trombones de vara, 2 flautas y reco-recos, 2 ganzás, 2 bombardinos, 2 bombos, 1 saxofón, 2 surdos, 1 flautín, 3 panderetas, 2 cornetas, adelante el bohemio Felinto de Morais. Al mando de los instrumentos de cuerda y de viento, el Prof. José Lourenço da Silva, el Zuzinha, director de la Banda de Música de la PMPE.


 
El carnaval siguiente, en el año 1924, representó la verdadera apoteosis del bloco Apôis Fum. Ese año, la prensa, a través del Jornal do Commercio, promovió un concurso para premiar los destaques del carnaval. El Jornal do Commercio inauguraba su Sección Carnavalesca, convocando a varias casas comerciales para la donación de premios a ser otorgados a los mejores de la época. Los agentes de Ford, aquí en Recife, por ejemplo, premiarían a los dos coches con mejor desempeño en el recorrido, siempre que tuvieran la marca Ford y neumáticos Goodyear.

 

Ese fue uno de los carnavales más concurridos de la ciudad, lleno de discotecas animadas, como Dragões de Momo (S. José), Jacarandá (idem, fundado por Raul Morais), SeTem...Bote (Torre), Pyrilampos (Tejipió), Lobos de Afogados (Afogados), Philocríticos de Campo Grande (Campo Grande), Os Inocentes (Paulista), Andarilhos do Feitosa (Feitosa, actual Hipódromo), Apronta a Coisa que Eu já Chego (idem), Chora para Mamar (Av.Lima Castro, actual R. Imperial), Brinca Quem Pode (Casa Amarela – Av.Norte), y muchas otras alegres bandas recién fundadas. En un lapso de discriminación, los negros también se mezclaban a tales emprendimientos, presentando igualmente sus lujosas fantasías, de ricos bordados y harto simbolismo.
La élite buscaba los salones del Club Internacional (en la época todavía ubicado en la R. da Aurora) –cuyos estatutos fueron aprobados en la Asamblea General del 6 de octubre de 1895– o el Club Allemão, que tuvo su sede improvisada ese año en un barco, el DEKAPE, anclado junto al puente de la Torre, celebrando allí su “festival brillante” el 10 de febrero.

 

Nada detenía la juerga. Ampliamente anunciada por los diarios, la previsión de mucha lluvia, contrariamente al miedo a la repetición de las recientes inundaciones –como el Capibaribe saltando de su cauce para mezclarse con la gente– provocó incluso un concurso de glosas, del que se puede extraer lo siguiente:

 

[...]
¿Momo con capa, botas de agua
 Y paraguas? ¡No va!
¿Cómo encender sus antorchas,
Si cae abundante lluvia?
¿Como el frevo a la calle sale?
[...]

 

Una fiesta despreciada por la Iglesia, ni siquiera los sacerdotes escaparon al lenguaje feroz de los juerguistas

 

Hasta los frailes del convento
En la celda se sienten mal...
Digo, juro y sostengo:
A ellos, sólo por fingimiento,
No les gusta el carnaval.

 

El gran poeta pernambucano Austro Costa tampoco dejaba escapar un pinchazo y disparaba, revolviendo en los dos institutos que más enamoran al pueblo pernambucano:

 

No sé si debo o no debo
Decir, pero, digo, después de todo:
Si hasta Roma fuera el frevo
Tendría bendición papal.

 

Considerado uno de los mejores de la ciudad, el bloco Apôis Fum tenía su coreografía y decoración a cargo del maestro Eustorgio Vanderley, profesor de Artes de la Escuela Normal Del Estado. Su cuadro de maestros, compositores y coro se destacaba por las figuras relevantes del viejo Raul Morais, gran compositor de marchas para blocos, hoy un inmortal de la música carnavalesca; Augusto Calheiros –el Patativa do Norte–; José Lourenço da Silva, el Zuzinha, director de la Banda de Música de la Policía Militar de Pernambuco, además de los hermanos Luperce y Romualdo Miranda, que luego compondrían el conjunto Turunas da Mauricéia, juntamente con Augusto Calheiros (voz), João Frazão (director y guitarra), el ciego Manuel de Lima (guitarra), y el hermano João Miranda (guitarra), haciendo de sus presentaciones en Río de Janeiro un gran éxito.

 

Otro famoso director de orquesta de esa década, Miguel Barkokebas, también compuso parte del repertorio del bloco, como la marchinha Esse Bloco é Meu, aunque firmara con el seudónimo João Sem Nome, quizás debido a las estrechas relaciones con la Parroquia de Nª.Srª.do Rosário, de Torre, para quien componía los himnos religiosos presentados todos los domingos en la misa de las 9 am. Fallecería el 14 de agosto de 1978, pero dejaría el registro de su encanto por el Apôis Fum:

 

[...]
Miren bien nuestro bloco,
Que es el rey del frevo y el rey del paso.
Ni Pierrot, ni Colombina,
Ni Arlequín ni Payaso.
Blanco y negro se unen
Se olvidan de todo, se dan el brazo,
En este carnaval de Recife
El rico y el pobre están en el paso.

 

Finalmente, el 26 de febrero, el Jornal Pequeno registraba la salida del bloco, "de Torre a Recife, en tranvías especiales, para recoger su estandarte de honor (flabelo) en la casa de un socio destacado, en la Av. Conde da Boa Vista, siendo luego homenajeado por habitantes de la Rua dos Pires, de allí siguiendo para la Praça da Independência", donde participó de una animada fiesta con quema de morteros de fabricación alemana. Muy apreciado, el bloco pronto había ganado las gracias de la gente por la simpatía de sus accesorios y la vitalidad de sus componentes. Obtuvo el primer lugar entre los Clubes de Críticos, recibiendo la TAÇA JORNAL DO COMMERCIO, ofrecida por la empresa J. L. Krause & Cia.

 

El Bloco das Flores, gran campeón en 1923 y principal competidor de Apôis Fum, sólo mereció una mención de honor, con una minoría de votos entre los miembros del jurado. Pedro Salgado, su presidente, la pateó pero no la tomó, indignado por mantener al nuevo campeón “particularidades formuladas como incompatibles con la característica del bloco”. Se refería principalmente a su orquesta de metales, precisamente lo que más impresionó a la multitud de momo. Gritó: “Tengo un bloco y no un club de carnaval...”, y se retiró del carnaval.

 

De ahí en adelante, Recife vivió carnavales como nunca antes se había presentado, ante el espíritu de competencia que se había creado entre los grupos.

 

El Apôis Fum se inmortalizó siempre destacándose como grupo principal y brindando alegría a los juerguistas que solo encontraban en sus acordes lo mejor de los blocos líricos, tradición que se renueva hoy en las viejas calles de los nostálgicos carnavales.

 

fuentes consulted

AMORIM, Leny. Música e Músicos de Pernambuco. Recife: Ed. do Autor, 2006.

Diario de Pernambuco, Recife, 14 abr. 1993. [Fundaj/Fonoteca.

Diario de Pernambuco, Recife, n. 66, 1916. [APEJE, R.do Imperador.

ESTATUTOS do Clube Internacional do Recife, 1895. [BEP.

Jornal do Commercio, Recife, 4 mar. 1924. [Fundaj/Microfilmagem.

Jornal do Commercio, Recife, 5 fev. 1924. [Fundaj/Microfilmagem.

Jornal do Commercio, Recife, fev. 1925. [Fundaj/Microfilmagem.

Jornal Pequeno, Recife, 2 fev. 1923. [Fundaj/Microfilmagem.

Jornal Pequeno, Recife, edições fev./mar. 1924. [Fundaj/Microfilmagem.

LIMA, Cláudia. Evoé. História do Carnaval: das tradições mitológicas ao trio elétrico. Recife: Ed. Raízes Brasileiras, 2001.

MAIOR, Mário Souto; SILVA, Leonardo Dantas (Org.). Recife: Fundaj, Ed.Massangana, Recife, 1991.

MÁRIO FILHO. O teu cabelo não nega. A história carnavalesca dos grandes poetas João e Raul Valença. Recife: Rádio Capibaribe do Recife, 1992. [Fundaj/Fonoteca]

OLIVEIRA, Waldemar de. Frevo, capoeira e passo. Recife: CEPE, [19--?]. p. 15.

REAL, Katarina. O Folclore no Carnaval do Recife. Rio de Janeiro: Min. Educ. e Cult., 1967.

SILVA, Lenoardo Dantas (Org.). Raul Moraes. Repértório variado. Recife: Ed.Massangana, 2003.

SILVA, Leonardo Dantas (Org.). Um sonho de folião. Recife: Ed.Bagaço, 1996.

FONTES ORAIS:

MAESTRO Edgar Morais. Entrevista à TV Universitária do Recife, 8 ago. 1973. [Fundaj/Fonoteca].

DEPOIMENTOS de Toinho Valença, filho de João Valença; Baltazar Valença, filho de Raul Valença. Sítio dos Valença, Madalena, mar. 2006.

cómo citar este texto

MONTARROYOS, João. Bloco Apôis Fum: el lirismo y la osadía de Momo. In: Pesquisa Escolar. Recife: Fundação Joaquim Nabuco, 2010. Disponible en: https://pesquisaescolar.fundaj.gov.br/pt-br/artigo/bloco-apois-fum-o-lirismo-e-a-ousadia-de-momo/. Acceso en: día mes año. (Ej.: 6 ago. 2021.)